jueves, 30 de septiembre de 2010

"Manejo de las emociones"

El "manejo" de las emociones es cosa seria, no? La cultura psicologista que nos envuelve nos hizo creer que había que expresarlas. Es solo parcialmente cierto. Es sin duda bueno reconcerlas, pero qué hacemos con ellas es otra cosa. Los temperamentos son disímiles para empezar. También lo son las circunstancias de cada persona, sus vínculos, etc. Claro, no puuede hablarse de todo a la vez (para lo particular hay otros espacios, entre ellos la terapia), pero las generalizaciones son riesgosas (aunque sean inevitables en cierto grado. Entonces?
Reconocer las emociones, encontrarles sentido y decidir (eso implica racionalidad) conductas es el eje. Parte de esas conductas es la expresión de las emociones. Y eso puede ser conveniente o no, así como bueno, agradable, peligroso, etc. en todas sus gamas de grises.
Una cosa más: lo que percibimos de los demás son conductas, no emociones. En general podemos reconocerlas si somos empáticos, pero nunca habrá certezas en relación a la veracidad, profundidad o nivel de contradicción que encierran. Sencillamente porque son internas.
Sí, "manejar" las emociones es cosa seria...

martes, 28 de septiembre de 2010

¿Buena onda?

Una semana sin entradas en el blog. Tal vez, mucho tiempo. Tal vez poco, si no hay algo interesante para decir. O algo positivo. Sí, es cierto que siempre hay muchas cosas buenas que nos pasan y que nos rodean, aunque a veces parezcan vedadas para nuestros ojos. Muchos escritores parecen necesitar de cierta tristeza o nostalgia para escribir. Tal vez por no serlo, pese a mis deseos, eso no me sale. Si el ánimo oscila y cada momento es sólo eso, por qué generalizarlo? En cualquier caso, mi pregunta es: ¿cómo transmitir cosas agradables y "buena onda" en los momentos en que no se siente?

martes, 21 de septiembre de 2010

Web, vigilancia e intimidad

No solo el mal uso las redes sociales hacen que la vida privada tienda a desaparecer. Las nuevas tecnologías en general y un estado cada vez más "vigilante", sea por cuestiones impositivas o de seguridad son una base importante en esta cuestión. Tarjetas de crédito, registros diversos, celulares y otros dispositivos móviles completan el panorama. Si quisieran pasar desapecibidos, por el simple deseo de hacerlo sería muy difícil de lograr. 1984 ya es realidad. Solo el interior de nuestros hogares escapa a la vigilancia si no es que decidimos abrirla con una webcam. No será mucho? No les parece otro paso en la pérdida de identidad personal?
Dejar rastros en cada paso, que conozcan con lujo de detalles nuestros gastos, hábitos, consumos y lugares que frecuentamos, además de nuestra manera de pensar y de interactuar en el mundo virtual no me agrada, realmente. Será un costo inevitable de nuestra cultura? Esa cultura perdió en el camino el derecho a la intimidad?

domingo, 19 de septiembre de 2010

Deporte, sociedad y compromiso

Recuerdo la emoción que causaba verlas: acababan de perder la final olímpica de Hockey. Era un equipo con espíritu de tal que fue la base de 10 años de éxitos que culminaron en Rosario con su segundo título mundial. Qué diferencia con un seleccionado de fútbol llorón y caótico. Y ahora, en el tenis volvemos a ver las divisiones que no nos permiten ganar la Davis, añejo sueño vacío del compromiso y actitud necesario para conseguirlo. Triste analogía con nuestra sociedad, polar, dividida y decadente.
Pero si el hockey y también el basquet pudieron, por qué no soñar con un cambio más grande centrado en los objetivos comunes que tenemos como sociedad? Aunque el escepticismo tienda a vencernos, siempre estaremos sumando o restando a la causa colectiva. No podemos zafar. Entonces, ¿qué elegimos hacer?

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Excusas para no ir a un casamiento

Estimados, la última entrada de Ana María, en el post anterior me lleva a plantearles la propuesta divergente de contestar si quieren allí mismo y/o cambiar de tema con este post.
La idea es que aunque el exterior nos condiciona fuertemente, no nos determina del todo. De puertas adentro seguimos siendo dueños de nustras vidas, al menos en cierto grado. Claro que los estímulos, a veces nos invaden aún en nuestras vidas privadas. Hablo de cosas tan diferentes como lo absurdo de la mayoría de los medios de comunicación, que nos impone temas, divertimentos decadentes, dramas devenidos en espectáculos, políticos llenos de cinismo hablando cualquier cosa de cualquier cosa, etc.
Pero, les decía, los estímulos externos también pueden invadirnos de otras formas, por ejemplo desde un plano social. Aunque podemos controlarlo si así nos lo proponemos. Eso sí, con asertividad: "disculpame, estoy muy cansado y no puedo ir", por ejemplo o con excusas inverosímiles e innecesarias. Por ejemplo, ante cumpleaños, bautismos, confirmaciones (!), etc. sin caer en la descortesía o desinterés hacia los demás, tenemos que manejar en conciencia nuestros propios límites.
Les proponía contestar en el post anterior algo de la de Ana María o lo mío de ciertas partes de esta nota o bien hacer un raconto de excusas inverosímiles que hayan escuchado, por ejemplo, para no ir a un casamiento.
De lo profundo a lo trivial. O de lo trivial a lo profundo. Como la vida.
Aqui, un poco de trivialidad...

lunes, 13 de septiembre de 2010

Algo de Estrés ocupacional

Breve y simplificado comentario sobre el estrés en las diferentes profesiones enviado para una nota en el noticiero America 24 de esta tarde. El tema de la nota es desencadenado por el cuadro del ex-presidente. Por supuesto, hay que explicarlo con más detalle. Pero se los voy adelantando aquí:

"1)El estrés se produce como un desequilibrio entre los estímulos percibidos y la capacidad percibida de respuesta. Por eso, los factores del estímulo, como las ocupaciones, etc, son sólo un factor. Su efecto dependerá de la evaluación que haga el sujeto y de la forma como le hace frente con sus recursos.

2)Entre los factores ligado a los estímulos ocupa un lugar muy importante la actividad laboral. Aquí podemos establecer un cierto ranking de las ocupaciones potencialmente más estresantes agrupadas por diferentes tipos de estímulo.
-Emergentólogos:, enfermeras, médicos, conductores de ambulancia, bomberos.
-Tareas de alta responsabilidad: ejecutivos de empresas-funcionarios públicos.
-Tareas de alto riesgo: pilotos de aviones, mineros, polícias.
-Tareas de alta demanda constante: docentes, agentes de bolsa o de mesas de dinero, amas de casa y madres que trabajan.
-Tareas alta velocidad de cambio: empleados de empresas tecnológicas (tecnoestrés).

3)Un político puede entrar en varias de estas categorías según la forma en que encare cada uno de estos rubros (percepción de urgencia, responsabilidad, riesgo, demanda excesiva, cambios estimulares rápidos).

4)Los factores ligados al sujeto dependen de la exigencia, la ambición, la motivación, la ansiedad constitucional y los recursos percibidos para enfrentar las demandas ambientales."

Agrego para e blog: si se activa la respuesta de estrés puden desencadenarse diversos cuadros clínicos tales como los trastornos de ansiedad, la depresión, cuadros impulsivos o bien trastornos psicofisiológicos ("enfermedades psicosomáticas") entre los principales.

Ya les contaré más. Por ahora, y continuando la última entrada: creen que manejan bien el estrés? Qué hacer para lograrlo cuando los factores externos no son muy (o nada) controlables?

Beso/abrazo. JM

viernes, 10 de septiembre de 2010

Y si no podemos?

Cuantos temas se me acumularon que hubiera querido escribir en el blog! Cuántos límites tenemos desde nuestra propia condición humana. Aceptarlo es indispensable para lograr cierta serenidad activa (ya que "resignación cristiana" suena mal y despierta muchas polémicas). Cuando algo que quieren mucho no es posible, sea en lo inmediato y menos o en grandes proyectos, cómo lo llevan?
Beso/abrazo y les cedo la palabra.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Tecnoestrés- II parte (investigación y conclusiones)

En una semana cargada excesivamente de trabajo y estímulos puedo comprobar en mí mismo los efectos de cierto grado de tecnoestrés. Suena la palabra bien o mal, es una realidad insoslayable de nuestros días.
Salteo las estrategias de prevención a implementar, sobre todo en el ámbito laboral, por ser muy técnicas y les copio las conclusiones preliminares de una encuesta de utilización de las nuevas tecnologías que realizamos en Capital Federal:

Los resultados de la encuesta pueden verse en la página (www.fundacioniccap.org.ar), sólo copio aquí las conclusiones:

"Los menores de 30 años utilizan las nuevas tecnologías significativamente más que los mayores en su vida personal. Situación que se invierte en el ámbito laboral.
A los menores de 30 años les resulta significativamente más fácil la adquisición de nuevas tecnologías que a los mayores.

¿Se debe esto a una cuestión de motivación, de flexibilidad o ambas?

El interés y el valor práctico de las nuevas tecnologías es considerado en forma aproximadamente similar por mayores y menores.
El impacto sobre el ser humano es considerado positivo o muy positivo en los mayores en forma significativamente mayor a los menores que predominantemente lo consideran “Dudoso”.

¿Se debe esto a una falta de interés en los menores acerca del impacto de las nuevas tecnologías, o a una relativización de lo novedoso para ellos, o a un concepto más humanístico?"


Conclusiones generales:
"La tecnología surge para ayudar a la adaptación humana y mejorar la calidad de vida.

Las nuevas tecnologías producen un resultado paradójico debido a su notable aceleración y las consecuentes dificultades adaptativas.

Surge así el Tecnoestrés. Estudiar sus características específicas y el modo de responder a él es una necesidad que será cada día más imperiosa.

Diferentes disciplinas deberán realizar sus aportes específicos para encarar el tecnoestrés y facilitar que las nuevas tecnologías sigan al servicio del ser humano y a la mejoría de su calidad de vida."

En fin...

domingo, 5 de septiembre de 2010

Tecnoestrés- Introducción (congreso ANA-Libro en prensa) Parte I

Amigos, va una introducción un poco más especializada al tema en cuestión. Sólo tiene algunas leves modificaciones de lo presentado en el congreso de la ANA (Asociación Neuropsiquiátrica Argentina), en la conferencia organizada por el Capítulo de Ansiedad que presido:

Recordemos algunos conceptos generales sobre la capacidad adaptativa del ser humano.
En condiciones primitivas, el hombre debía luchar para conseguir satisfacer sus necesidades más básicas de supervivencia y reproducción. Para ello requería básicamente de respuestas físicas que le permitieran procurarse su alimento y acceder al apareamiento, así como para defenderse a sí mismo y a su prole de la naturaleza y de otros seres vivos. Aunque el desarrollo sociocultural cambió notablemente las formas en que dichas exigencias se plantean, el tipo de respuesta física no cambió. De tal modo, las respuestas adaptativas fisiológicas se mantienen, pese a ser innecesarias para la mayoría de las demandas ambientales. Es decir, la respuesta fisiológica es inespecífica y no ha evolucionado al ritmo de los cambios culturales. Estos cambios se han incrementado notablemente a partir del avance tecnológico y su asombrosa capacidad de aceleración sobre sí mismo.
La situación planteada seria una amenaza para la adaptación del ser humano y el primer paso para su afrontamiento es su identificación y redefinición como un desafío a ser asumido en forma personal, institucional y global. A ello intentaremos aportar con una primera aproximación al tema.
Se llama tecnoestrés al estado psicólogico negativo relacionado con el uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) (Salanova & cifre, 1999). Los continuos cambios producidos a este nivel superan en muchas ocasiones las posibilidades adaptativas de quienes las utilizan. Este problema es bastante universal ya que influye a los trabajadores de las empresas tecnológicas y a los usuarios, tanto en las empresas como en la vida social y personal.
Adaptando el enfoque de Lazarus (1985), podemos decir que las tecnodemandas tienden a superar con facilidad los tecnorecursos personales, o la percepción de los mismos. Esto obligará a invertir mucho tiempo en la generación de esos recursos para no percibir negativamente la propia capacidad de adaptación a la tecnología. Esto implica una baja autoeficacia la cual influye negativamente sobre el ánimo (Salanova et al., 2001). El estrés producido por este desbalance puede entonces expresarse como “tecnoansiedad”, como una baja en el estado anímico o como una mayor irritabilidad, con las consecuencias que estos cuadros generan en el plano interpersonal privado o laboral. Los modos de afrontar estas situaciones dependen de las características personales, así como de sus grupos de pertenencia y de la necesidad real que las nuevas tecnologías tienen sobre sus vidas. En cualquier caso, como en cualquier tipo de estrés, serán de gran importancia las redes de contención...

La ponencia completa en Power Point está en la página de la Fundación (www.fundacioniccap.org.ar)

jueves, 2 de septiembre de 2010

Vivir bien hoy y mañana

Para vivir bien y sin ansiedad hay que aprender a hacerlo hoy. Es una buena filosofía, pero para educarse, crear vínculos sólidos y crecer en distintos aspectos hay que pensar en el largo plazo y esforzarse cada día. ¿El culto al presente no limita y empobrece nuestras capacidades humanas? ¿No tendremos que aprender que vivir necesita de ambas cosas?