Repetir sin pensar, opinar sin saber, criticar por el gusto de hacerlo, hablar por hablar son diferentes formas de ignorancia y soberbia. Peor aún, mentir, inventar, distorsionar evidentemente, disimular, son formas de la deshonestidad. Claro, que de eso todos tenemos un poco, aunque tendamos a verlo en los demás más claramente que en nosotros mismos. Aprender a ser sinceros y desde allí utilizar el juicio crítico e independiente exige valentía. Pero es un primer paso necesario para conocernos, crear vínculos sanos, tomar decisiones y movernos en el mundo. Con un poco de silencio y determinación tal vez no sea tan difícil. Y si lo es, tal vez el esfuerzo valga la pena.