miércoles, 12 de septiembre de 2012

Procastinacion

El hombre valora y da significado a todo lo que vive. Esto es una manera de clasificar los estímulos. En un primera aproximación diremos que los estímulos pueden ser considerados irrelevantes ( la gran mayoría), amenazantes o desafiantes. Luego de esa clasificación debe responder de algún modo. La mejor respuesta frente a los estímulos considerados irrelevantes es la no respuesta, es decir, ignorarlos. Frente a las amenazas, e incluso los desafios, debe emitiese una respuesta, que básicamente es de pelea o afrontamiento por un lado, o de huida por el otro. La no respuesta es disfuncional e inadecuada ya que no moviliza al individuo hacia la resolución del tema. Esta no respuesta frecuentemente adopta la forma engañosa de la postergación, naciendo así cuando es sistemática el mecanismo de procastinacion. 
La ansiedad, que es la propiedad humana que permite la anticipación de situaciones futuras para preparase correctamente, se encuentra muchas veces en la base de estos mecanismos. Sea porque demasiados estímulos son considerados relevantes y no se le puede dar respuesta a todos, o porque la intensidad de la ansiedad produzca una inhibición de la conducta que derive en una postergación de lo importante, que es la causa de dicha ansiedad. También se ve que la ausencia de ansiedad no produce la consecuente movilización y puede ser causa también de procastinacion. La ansiedad normal nos moviliza hacia nuestros objetivos, la patológica o la ausencia de ella, nos aleja de los mismos. Nuestra sociedad actual paradójicamente genera un aumento de ansiedad y por otro lado, un déficit de ella, ante el descreimiento o falta de objetivos, sobre todo en jóvenes. Por eso, esta muy ligada a la procastinacion, aunque cuadros depresivos o déficit de atención también pueden estar entre sus causas. Un adecuado diagnostico es fundamental para ubicar el problema en su justo termino y tratarlo dentro del cuadro integral que el paciente presenta. Las consultas suelen ser por la presencia de estrés, ansiedad, depresión o déficit de atención, o por las consecuencias que esto genera a nivel laboral ( disminución del rendimiento), familiar o social. En el marco clínico global puede evaluarse el mecanismo de procastinacion como una consecuencia o como un mal hábito aprendido que empeora o incluso genera dificultades como las mencionadas. El uso inadecuado de las tecnologías de la comunicación puede contribuir a la formación de ese mal hábito. Por eso, la psicoeducacion acerca de su correcto uso y limites necesarios es una forma de prevención. La voluntad, necesaria para hacerle frente a la procastinacion, puede entrenarse, pero previamente es importante una adecuada valoración y significación de los estímulos (escala de prioridades) y un adecuado desarrollo de las estrategias de afrontamiento ( contrarias a las de evitación). Con ese marco integral adecuado el problema de la procastinacion se acota y a la voluntad se le puede exigir un esfuerzo más focalizado y adecuado. La comprensión de todos estos mecanismos siempre será el primer paso para su solución.