Retomar las actividades. Crear nuevas. Soñar otras. Entre la necesaria rutina y los necesarios cambios, navega la incertidumbre y la insatisfacción humana mezcladas con un cierto conformismo y cansancio.
La rutina que nos ahorra energías, aunque nos aburre, se enfrenta con sueños, anhelos y aspiraciones que nos demandan gran esfuerzo y nos generan incertidumbres diversas. Querer vivir sin luchar es una contradicción. Mejor parece entonces asumirlo y afrontar con decisión los desafíos que se nos plantean. No hay fórmulas seguras. Pero, los resultados parciales de nuestros esfuerzos son estímulos y premios que justifican el camino emprendido. Y tal vez, otras satisfacciones estén esperándonos, en el encuentro con los otros y con nuestro interior. Lo intentamos?
martes, 28 de febrero de 2012
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