domingo, 28 de agosto de 2011

"Cada cual habla según lo que es"

Quiero escribir algo, mantener el contacto con la gente que espera encontrar algo en estas páginas y retroalimentarme con sus comentarios. Sin embargo, estoy un poco escaso de palabras en estos días. Recuerdo las palabras de mi padre: "cada cual habla según lo que es" y también su molestia con las palabras vacías. Queda este espacio abierto, para la expresión que se desee y abierta también para el silencio.

martes, 16 de agosto de 2011

Conservo mis esperanzas

Es increíble como los medios masivos de comunicación nos imponen temas, opiniones y estados de ánimo. Las redes sociales, a veces, los amplifican aún más. Por eso, simplemente quiero dejar escrito aquí lo mismo que en el FB y en el Twitter: "no me resigno a perder las esperanzas y a convertirme en un llorón". Y me refiero a todos los aspectos de la vida. Seamos protagonistas, como afortunadamente, en diferente grado, nos es posible. Prefiero estar dentro de la cancha y no ser un mediocre y dis/conformista repetidor de verdades/mentiras parciales. Y me divierte más. Por eso esta noche no voy a la cancha de River, ya que a la misma hora juego con Parque Patricios, mi equipo.

viernes, 12 de agosto de 2011

Sumemos!

Si en ocasiones sentimos que la fuerza no nos alcanza, o el cansancio o exigencias nos superan será necesario buscar inteligentemente la manera de renovarnos. Muchos de esos recursos reparadores son personales, como hemos mencionado en otras oportunidades. Pero también necesitamos sumar recursos o energía de otros. Sabemos que pedir, muchas veces, no es una buena idea, ya que cada cual arrastra sus propias dificultades. Podemos hacerlo, siempre que estemos dispuestos a aceptar sin ofensas esas dificultades. Pero sumar a otros no requiere necesariamente exigencias elevadas. En ocasiones, una palabra o un simple gesto alcanza. La unión emocional sincera suele sumar más que acciones concretas, al menos cuando estas no son posibles. Ni más ni menos, que dar y recibir, sin pedir mucho ni sentirse obligado. La medida de lo posible está en cada uno. Lo sabio sería aprender a aceptarlo, en nosotros mismos y en los demás.