Los médicos sabemos, aunque no siempre valoramos adecuadamente, el apoyo fundamental para la práctica, en particular en las internaciones, de los enfermeros. Sin embargo, es mucha mayor aún su importancia para los pacientes. Cuando el médico parece estar lejos, quien está al lado de los pacientes en los detalles que necesitan, son ellos. Quienes acompañan en lo humano, también.
Hace poco tomó notoriedad una enfermera argentina que había sido secuestrada en un remoto lugar de Africa, ejerciendo su labor. Sin alcanzar notoriedad, casi en silencio absoluto, muchos enfermeros cumplen su misión con dedicación y entereza. Como tantas veces ocurre, sólo en la necesidad comprendemos el valor de muchas cosas. Pienso también en los bomberos, los porteros, los cocineros y en tanta gente que sirve a los demás desde sus puestos de trabajo, más o menos humildes, sin recibir el adecuado reconocimiento. Por supuesto, podríamos incluír gente de casi todas las profesiones, oficios o trabajos. Quiero destacar que nuestra atracción por lo que lo que brilla, nos suele hacer perder de vista muchas cosas valiosas, simples y verdaderas. Y lo más importante de todo, las personas. Necesitamos ser reconocidos como tales, y debemos hacerlo en los demás. Hoy, particularmente destaco a los enfermeros, humildes y transitorios amigos que sólo se notan cuando se los necesita. Gracias! JMB