"Ayer Del Potro le ganó un duro partido a Cañas, luego de perder el primero y tener difícil el segundo set. ¿Por quién hacían fuerza? ¿Por la sangre joven que avanza con gran ímpetu o el viejo gladiador de mil batallas? ¿Se animan a preguntarse por qué?
De lo que estoy seguro es que ambos lucharon con todas sus fuerzas hasta el final. El joven se impuso porque logró superar las emociones que le causaba su rival, el viejo aceptó dignamente su derrota aunque seguirá buscando renovados éxitos. El abrazo final evidenció la nobleza de ambos. ¡El deporte es como la vida! Siempre tenemos desafíos y siempre la posibilidad de luchar por ellos. Ese "buen combate" nos garantiza la satisfacción con nosotros mismos más allá del resultado que anhelamos. Y vale la pena..."
(Martes 26 de agosto de 2008)
Hincha de Del Potro desde mucho antes que a sus 16 años ganara su primer partido en un "future" sumando 1 punto para entrar en el Ránking Mundial (como les mostré a mis hijos, pidiéndole que recordaran), hincha también de Atlas, antes que fuera imaginable un programa de TV dedicado a un equipo que era el peor de todos, hincha de Alejandro Olmedo Zumarán mucho antes que ganara su primer nacional juvenil de tenis, en Rosario, luego de estar internado por un cuadro de diabetes, y así podría seguir, con ganadores y perdedores ocasionales pero que siempre fueron un ejemplo de dedicación y lucha. El deporte fue motivo recurrente de este blog y hoy no puede sino reflejar la alegría de un enorme triunfo que emocionó a todos los que lo vieron. Para estar ahí hay que tener muchísimas virtudes que ojalá conserve más allá de los resultados. Dignísimo Federer en la derrota, también para imitar.
Y como siempre, no puedo dejar de resaltar, la lucha destacadísima de quienes se esfuerzan de verdad cada día en su trabajo, en su estudio, en sus vínculos y en lo social. Esos héroes anónimos merecen también recompensa. Ojalá nuestra sociedad pueda dárselas. Desde este remoto lugar del mundo virtual va nuestro reconocimiento a todos ellos y a los que nos muestran el valor de la humildad y el sacrificio, en este caso, Juan Martin del Potro.