lunes, 29 de noviembre de 2010

"Síntesis" ?

Lo esencial de la entrada anterior y de algunas otras podría resumirse en varios puntos:
-En la persona conviven la razón y las emociones y ambas son mutuamente influyentes.
-De la "negociación" entre ambas surgen las conductas.
-La razón pretende la objetividad, aunque rara vez la logra dada la fuerte influencia emocional.
-Las emociones siguen otras reglas. Por eso pueden resultar contradictorias para la razón.
-Somos mucho más responsables de la conducta, porque produce efectos sobre uno mismo, los demás y el medio, que de la emoción, que sigue caminos propios.
-Podemos actuar sobre cada uno de estos niveles desde sí mismo o desde los otros. Por ejemplo, generando experiencias nuevas a partir de decisiones racionales, podemos descubrir nuevas emociones.
-De los demás vemos y juzgamos conductas. De nosotros mismos percibimos una gran cantidad de subjetividades que suelen expresarse en conductas, que es lo único que fehacientemente verán los otros.
-Tenemos cierta capacidad empática de entender al otro, aunque los límites son la propia subjetividad y el "encierro emocional" del otro (que todos tenemos ya que solo emitimos conductas).
-Una condición esencial de lo humano es la capacidad de anticiparnos. Eso nos moviliza hacia nuestros objetivos y nos previene de peligros (ansiedad normal), pero su exageración nos paraliza (ansiedad desapatativa o patológica).
-Como seres humanos vamos en busca de nuestras objetivos, tratando de vivir bien el camino (que en general sólo concluye el día de la muerte) con todas las limitaciones antedichas. Ese transitar por la vida lo hacemos solos, aunque rodeados de gente, más o menos querida,que tienen otros ejes de desplazamiento.
-Debemos intentar no considerarnos "ombligos del mundo", aunque sí somos, inevitablemente, nuestro principal eje.
-Aceptar nuestros límites es parte esencial de nuestra paz.
-Con paz, buenos vínculos, decisión, honestidad y esperanza, el camino resultará más fácil y algunos de nuestros deseos podrán alcanzarse, en alguna medida al menos.

Bueno, fue una "síntesis" que se extendió a temas anteriores. Espero se entienda más.
Un beso/abrazo para todos.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Subjetividad e integración

La subjetividad es inevitable en el ser humano. Es más, es casi uno de sus fundamentos. La razón busca una objetividad que rara vez encuentra. Detrás de muchas discusiones y desencuentros (extrenos e internos) está la pretensión de objetividad que tácitamente se incluyen en ellos. Aceptar las propias reglas de las emociones es un primer paso indispensable para su encuentro con la racionalidad que las contendrá y encausará tanto como la vida social, e incluso otros aspectos emocionales igualmente válidos, requiere.
Esas reglas aceptan la contradicción e incluyen lo imposible. Por eso la integración con la razón y la conducta no es fácil. No hay caso, el silencio activo y la humildad comprometida deben estar en la base de cualquier búsqueda seria, responsable y esperanzada.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Puntos de vista?

El "mundo" cambia notablemente según desde que lado se lo mire. Hace a cuestiones "profundas" y a las más livianas tambièn (que para mi son un reflejo de las otras). Pensemos un poco en nuestros puntos de vista: como peatones pedimos derechos que como conductores ni pensamos dar, como alumnos somos muy diferentes que como docentes, como seres apurados que como ocasionales domingueros, como hablantes de como escuchas y así hasta el infinito. Aunque dudo que seamos plenamente concientes de ello. Tenemos justificaciones para interrumpir, para no dar el tiempo que "no tenemos", para exigir atenciones "que merecemos", etc. En definitiva tendemos a ser los "ombligos" del mundo.
En una ocasión, escuché en una gran persona y pensador que no "tenía tiempo" para entrar en todos los blogs, justificando como obvio que no lo hiciera en el mío pese a escribir agotadoras notas en su propio sitio y disfrutar de sus propias palabras-certezas. Qué hace creer a alguien que lo propio es mejor que lo ajeno? A su vez, ¿qué miserias me hacen a mi sentirme molesto con eso? Por eso admiro la generosidad y la humildad de quien da sin saberlo siquiera y sin esperar nada. Ojalá aprendiera a ser así.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Empobrecimiento colectivo

Las polémicas suelen vender más que la reflexión. los medios de cominicación lo demuestran a cada paso. Y nosotros, muchas veces nos contagiamos o contibuimos a ese mal de nuestra sociedad. La queja, la crítica impiadiosa, el chisme, el conflicto, alimentan nuestras pobrezas.
¿Cómo hacernos más dueños de nuestros estímulos y nuestros aportes sociales? Y que además nos resulte entretenido...¿es posible de una manera sostenida?

lunes, 8 de noviembre de 2010

Naturaleza y aceptación

Tras escribir ayer una nota relativamente larga...se cortó la luz en casa. Volvió pocos minutos después pero de nada servía ya, la nota estaba´perdida. La bronca no me permitió escribirla nuevamente. Como siempre en estos casos me acuerdo del Padre Ferro, gran filósofo dominico que me decía en los tiempos en que misionaba y buscaba imposibles a cada paso, "que esto te sirva Juan Manuel, para no olvidar que el hombre propone y Dios dispone". Yo lo escuchaba con respeto e iba inmediatamente en búsqueda de una nueva quimera. Aunque tal vez no haya cambiado mucho en estos 25 años, esta vez la nota no será rehecha. Generalizando la cuestión me pregunto: ¿por qué nos costará tanto aceptar que no existe la cuadratura del círculo, que no es posible hacer simultáneamente cosas opuestas, o "ser y no ser a la vez y en el mismo sentido"?
Sólo la humildad profunda y la sana aceptación de la propia naturaleza nos puede enseñar a distinguir y a madurar. Y para eso necesitamos silencio y reflexión.

martes, 2 de noviembre de 2010

Equilibrio y humildad

En nuestra sociedad polar, solemos estar más cerca de los extremos que del equilibrio. Y creemos tener justificativos adecuados para todo. Aprenderemos alguna vez que el hombre es de naturaleza quebrada? Ni bueno, ni malo en estado puro. Además solo pueden observarse y juzgarse conductas, no emociones ni intenciones. Por qué lo olvidamos con tanta frecuencia? Y la viga en el propio ojo, no merece de autocríticas más serias aunque sean compasivas? Ante todo, por favor, aprendamos a ser humildes!