El ser humano anticipa su futuro, deseado y temido. Esta es tal vez una de sus principales características. La ansiedad es la emoción que le permite realizarlo. La ansiedad normal nos permite movilizarnos en función de eso que anticipamos. A veces, sin embargo, su exceso, generalización o inadecuación nos paraliza y sólo nos produce una emoción negativa y paralizante.
Aprender a soportar cierto grado de ansiedad normal es entonces esencial. Su falta completa, como se propone en lecturas simplistas y distorsionadas pero con buen marketing, produciría una falta de intereses y movilización que implicaría una casi renuncia a nuestra condición humana. Vivir el presente está muy bien pero ignorar el pasado es necio, y hacerlo con el futuro es imprudente y decadente. Podremos comprenderlo e intentar un equilibrio positivo entre pasado, presente y futuro? Buena parte de nuestro bienestar depende de ello.