domingo, 22 de marzo de 2009

Animo, amigos!

Si bien nuestra sociedad no nos está aportando buenas noticias en general, el peor daño que podrían causarnos sería secar nuestro interior, amargarnos, quitarnos la alegría de vivir. Si hasta en los campos de concentración había personas que se mantenían firmes y esperanzadas (muchos sobrevivieron gracias a ello), nosotros no podemos quedarnos atrás. La libertad interior, los afectos, los pensamientos y las conductas de cada uno de nosotros nos pertenecen. Aprovechémoslas! Para nuestro bien, el de nuestros seres queridos y el de la sociedad.
Animo, amigos! Hay mucho por vivir!

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Seguro, Juan Manuel? No es legítimo también caer en la frustración de vez en cuando? No es un rasgo de madurez ver descarnadamente q nuestra sociedad se cae a pedazos y sentir q nuestro esfuerzo aislado no sirve de nada?
María Zaldívar

Anónimo dijo...

Las noticias entran en nuestra casa sin pedir permiso, Juan Manuel.
A quien no le tocado, vivir en carne propia, un mal momento o saber que alguien cercano, lo ha sufrido ?
Guardar esperanza sí, pero no pidas demasida alegría, no da el momento.
La inquietud, ha pasado a ser la base de nuestra vida, está tan intercomunicado el mundo, y tan inesperado que, sólo nos queda sí, la esperanza de que vamos a volver a tener una mejor calidad de vida.

Ana María Paz

Juan Manuel Bulacio dijo...

Querida María, por supuesto que es legítimo, pero no es lo mejor. Muchas veces paso por esos estados, pero intento rápidamente salir. Mi libertad interior no se la regalo a nadie. Hay mucha gente que hace esfuerzos, no sé cómo deberían hacerse en forma coordinada, pero sin duda allí radican nuestras esperanzas (en lo sociocultural). Creéme, no estás sola en tu lucha, que me consta es grande y valiente. Qué no dacaiga!
Ana María, querida! La alegría debe provenir de nuestro interior, si la buscamos afuera, estamos perdidos. Y si hay esperanza...hay alegría.
Gracias por participar en este remoto sitio. JM

Quique Figueroa dijo...

Fetivamente dottore, si buscamos la alegría proveniente del medio, estamos fritos.
Respetuosa y afortunadamente discrepo con María y con Ana María, creo es este un excelente momento, los conflictos que hay son internos/nacionales (resolubles), y las amenazas no pintan con terminar en enfrentamientos como los que tuvimos en 2001, o en décadas pasadas.
Sin embargo, lo que nos venden los medios, eso sí es trágico y más lúgubre que visitar los nichos de Chacarita. Pero, solemos otorgarles el lugar de la verdad a la TV, la radio o los diarios. Y ellos salen a vender, por ende hay que tomarlos con pinzas.
Existen infinidad de personas con iniciativas piolas, pero que no se dan a conocer, y tal como dice el poeta:
"Por las calles se comenta,
el secreto está en la vida,
en aprender a querer,
a sentir, a luchar y a dar.
Dar toda la vida, dar lo mejor".

Para ver que sucedía en algunos campos de concentración, aconsejo lectura de Maus, narración en formato de historieta que describe muy bien, la trastienda de la miseria humana: http://www.guiadelcomic.com/comics/maus.htm

Anónimo dijo...

Mi querido Juan Manuel:No crees,acaso, que haber llegado hasta aquí, no fue gracias al interior, que supo mirar para adentro, para encontrar el camino y pensarlo con esperanza ?
Coincido con Quique, siempre los problemas se resuelven y Argentina, no va volver al 2001. Pero no solamente son locales, ni es lo económico lo más importante, es la violencia instaurada, lo más grave y lo que lastima.
Poner garra, para encontrar, la alegría en la adversidad, es lo razonable, pero hay que aprender a aceptar que no siempre estamos 10 y poder sacar afuera, eso que nos aflije, como hizo María, es, creo, el camino, para volver a sumar. am

Anónimo dijo...

Coincido con vos JM que hay que mirar en nuestro interior para estar más alegres y esperanzados. No esperemos que nos den buenas noticias en nuestro país y menos en el mundo. Busquemos para adentro, disfrutemos de nuestra familia, de nuestros amigos, de compartir, de vivir buenos momentos.
También recomiendo la película "la vida es bella". La que habla Quique del campo de concentración. Es impresionante como ese padre le habla a su hijo.

Anónimo dijo...

Yo tampoco le regalo mi libertad interior, ni a los políticos, ni a la TV, ni a la mala onda, ni a nadie!!!

Anónimo dijo...

También hay que destacar que los medios, aunque sean tendenciosos ayudan. La cosa es no dejarnos contaminar por ellos.