martes, 11 de octubre de 2011

"A esta altura del año..." NO!!!!!!!

Ya empezó. Ya nada será lo mismo. Mejor será acostumbrar los oídos y bajar las expectativas. El adormecimiento será progresivo, pero imparable y sus consecuencias alcanzarán al menos marzo del próximo año. Aunque, tal vez, alguno se resista a caer bajo el dominio autoproducido de la frase fatal. Por mi parte, no estoy dispuesto a perder ni un día simplemente esperando que pase. La vida es muy corta para eso. Por eso, escucharé la vana justificación, pero intentaré que no invada mi mente, mi cuerpo ni mi alma. A esta altura del año quiero vivir, con todo lo que ello implica.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Y, la queja encuentra cualquier motivo para expresarse, no?
Marcos P

Verónica Molina dijo...

Jaaaa! Reconozco que a veces soy cómplice de ese cliché. Les confieso que se me pega como un chicle (qué casualidát, cliché y chicle tienen las mismas letras... recién me avivo... ¡Qué sorprendente!). Bueno, les decía, acuso a esta época del año de venírseme cuesta abajo, como si no hubiese otros motivos para que yo ande cansada por ahí, como por ejemplo, la necesidad que tengo de cambiar algún hábito -el de irme a dormir tarde, se me ocurre ahora-. Pero así como "lo que mata es la humedad", es fácil achacarle todo mal y toda peste a esta época del año, a la necesidad urgente de vacaciones o, más fácil todavía, quejarse de la mala suerte o del destino (por qué andarse con esas chiquititeces de fijarnos en los meses del calendario, no? Vamos a los bifes de una buena vez y listo). XD

En fin, si me pongo "así"... no me hagan caso, es sólo el fastidio que siento por otro día mal dormido. En marzo me pasa lo mismo, pero no se me ocurre a quién acusar del cansancio fuera de mí misma. ;)

Beso grande, mis queridos todos.

PD: BTW, Doc, que salga buenísima la Jornada sobre Ansiedad y Estrés que se le viene encima shashashá. ;)

Anónimo dijo...

No puedo entrar a mi propio Blog!
Gracias Marcos y Vero!!