El valor del perdón

Pedir perdón cuando cometimos errores o lastimamos a alguien, otorgar perdón cuando nos lo piden. Parece fácil. No lo es. Pero puede aprenderse. Más importante aún es perdonar a nustros enemigos o perdonar cuando la otra parte no lo pide ni lo cree. Sin entrar aquí en consideraciones políticas específicas, digamos que el perdón dignifica a las personas y enriquece los grupos y las comunidades. Los invito a leer la nota del www.gzanotti.blogspot.com "perdonar o morir", que enaltece el valor del perdón interior que permite recuperar la libertad. Perdonar o morir, perdonar y vivir...

¿Y ahora qué?

¿No les ha pasado que esperan tener un rato libre para hacer algunas de las cosas que tienen en espera y que cuándo finalmente lo consiguen no saben qué hacer con él?

Es que los estados de ánimo fluctúan permanentemente. Lo que queremos en un instante, lo olvidamos al siguiente. Por supuesto hay deseos profundos e intensos que perduran y forman parte de nuestra identidad, pero los hay mucho más vanales y pasajeros. Por eso nos sería muy útil diferenciar la transitoriedad de algunos pensamientos y emociones para no dejarnos dominar por ellos. No necesitamos pelear con nuestras emociones ya que nos dan valiosa información, aunque no debemos perder de vista que ha menudo son contradictorias. Por eso, en algún sentido podemos decir que "somos lo que hacemos". Algo parecido a una frase infinitamente más trascendente que seguramente conocemos: "por sus frutos los conocerás".

Viernes en blanco

Llegué tarde. Disculpen amigos, son las 00.37, ya del sábado. Hablando del tiempo, se me pasó el día. En este "blog" o "bitácora" como le gusta decir a mi amigo Quique Figueroa (criticando la fonética de la primera palabra), el viernes quedará en blanco. Aunque haya sido un día lleno de vida. Un comentario al tema anterior hablaba de los tiempos que pasaban, casi perdidos. ¿Cómo fue este viernes? ¿cómo es cada día? Solemos juzgarlos como buenos,  malos, o a los sumo regulares, a menudo juzgándolo solo por los resultados. ¿Y las experiencias vividas? ¿Qué provecho les sacamos? Quizás nos haga falta un par de minutos para pensar el día vivido con otra perspectiva. Tal vez encontremos sorpresas, hagamos reevaluaciones, aprendamos. Es una manera de hacernos, un poco, dueños de nuestro tiempo. Hasta mañana...

El manejo del tiempo (parte 1)

Se trata, en términos de Gabriel Zanotti, del "tiempo existencial", cercano, aunque en su respectivo campo, al "tiempo psíquico". En cualquier caso, subjetivo y diferente del que marca la naturaleza.
El manejo de nuestro tiempo será tanto más provechoso cuando logremos sincronizar el tiempo subjetivo con el objetivo. Es lo que normalmente llamamos, "el manejo del tiempo", desvelo de estudiantes, trabajadores diversos, padres, etc. Tanto que ya es casi corriente decir "no tengo tiempo". Recuerdo que en mi juventud (poco tiempo atrás, aunque parece casi otra vida para mí) un viejo maestro´decía: "cuando necesites hacer algo que implique responsabilidad, busca a alguien que tenga poco tiempo". Hoy ya lo comprobé muchas veces en mi vida (casi cada día), quienes tienen menos tiempo, suelen ser más generosos y encontrar la manera de optimizarlo si la ocasión lo requiere. Quien poco hace, poco está dispuesto a hacer.
Como en tantas cosas, el Padre Marqué tenía razón...
Desde su retiro en su Francia natal y con cerca de 95 años y con sus piernas amputadas sigue dando cátedra con su ejemplo de vida y su sabio manejo de las cosas simples. ¡Gracias Padre!

La subjetividad del tiempo

¿Cuánto dura un minuto, una hora o un día?

Pregunta obvia si la hay. ¿O no?

Un minuto en medio de una agradable película de cine o un minuto en un ascensor con desconocidos, una hora en una fiesta repleta de amigos o una hora en una tediosa clase, un día de agotador trabajo o un día de vacaciones, ¿son lo mismo?

Así también podemos mirar nuestro pasado, a distintas distancias, y parecernos que "fue ayer" o casi perder el recuerdo en la bruma.

Nada más objetivo y a la vez subjetivo que el tiempo. "Contra" él poco podemos. "Con" él mucho. Tal vez más de lo que imaginamos.

¿Le dedicamos un minuto a pensarlo?

Mañana la seguimos...

"El buen combate"

Ayer Del Potro le ganó un duro partido a Cañas, luego de perder el primero y tener difícil el segundo set. ¿Por quién hacían fuerza? ¿Por la sangre joven que avanza con gran ímpetu o el viejo gladiador de mil batallas? ¿Se animan a preguntarse por qué?
De lo que estoy seguro es que ambos lucharon con todas sus fuerzas hasta el final. El joven se impuso porque logró superar las emociones que le causaba su rival, el viejo aceptó dignamente su derrota aunque seguirá buscando renovados éxitos. El abrazo final evidenció la nobleza de ambos. ¡El deporte es como la vida! Siempre tenemos desafíos y siempre la posibilidad de luchar por ellos. Ese "buen combate" nos garantiza la satisfacción con nosotros mismos más allá del resultado que anhelamos. Y vale la pena...

El exceso de palabras.

De la poca gente que ha entrado a esta página, varios me preguntaron la razón por la que las notas eran tan cortas. En un mundo tan virtual como el actual, con tanta gente queriendo hacerse oír, aunque no tenga tiempo ni ganas para escuchar a los demás, creo que abusar de la palabra es inadecuado. Por eso, escribo fácil y corto, como para mí. Y asi, si alguien pasa alguna vez, espero que no se aburra y le conceda a mis breves reflexiones, el minuto que alcanza para ello. No sería poco para mí.

El deporte continúa...

Se acabaron las Olimpíadas. Tendremos que esperar otros 4 años para repetir la fiesta de ver en forma intensiva toda clase de deportes. Aunque la actividad siempre continúa. La preparación de los atletas continuará en silencio y con mucho esfuerzo. No estaría mal que los medios de comunicación y los organismos oficiales brinden su apoyo, sobre todo para las disciplinas que menos lo tienen habitualmente. La masividad del espectáculo de los Juegos Olímpicos, campeonatos mundiales, etc. debería servir para estimular la práctica activa del deporte en todos los niveles. No perdamos la esperanza en que así suceda, empezando por nosotros mismos.

¿Y los argentinos...?

Pensando que "todos nos destacamos en algo", tanto a nivel individual como a nivel nacional, cabe preguntarnos en qué nos destacamos los argentinos. Hablando a nivel deportivo podemos decir que no parece que el fenotipo nos prepare especialmente para algo, la disciplina no es nuestro fuerte (con honrosas excepciones, por supuesto), la organización institucional tampoco. ¿Y entonces? Tal vez nuestros triunfos en fútbol, basquet y hockey evidencien que uno de nuestros fuertes es la habilidad, la creatividad, la inspiración. Esa habilidad y sus variantes nos dan enormes posibilidades, aunque la confianza excesiva en ella nos aleja de los esfuerzos necesarios para alcanzar el triunfo en otras disciplinas. Tal vez como sociedad nos pase algo parecido. Si a la creatividad e ingenio espontáneo le agregáramos orden, coherencia, respeto y esfuerzo nuestros logros estarían al alcance de nuestras manos. ¿Estamos dispuestos a ello? Mmm.....

Todos nos destacamos en algo

¿Qué sabés de Jamaica? ¿Cuál es su nivel de vida?
¿Dirías que es una "potencia"?
Pues bien, en las Olimpíadas ganó todas las pruebas de velocidad, 100 y 200 metros, masculino y femenino, con varios récords del mundo incluídos.
No son Estados Unidos, ni tampoco un país africano, son Jamaica, país apenas conocido por su música y su alegría (que no es poco).
Tanto a nivel de países como en forma individual, todos nos destacamos en algo. El tema es descubrirlo y potenciarlo de un forma constante y coherente, para que los resultados lleguen. En la disciplina que sea.

Viva la emoción del llanto!

Si ayer me impresionó el triunfo de Curutchet-Pérez, más aún lo hizo el ver sus rostros y sus lágrimas en la coronación. Pero también ví lágrimas en la despedida de las Leonas luego de su derrota en semifinales, y aunque no las ví, imagino las de Germán Chiaraviglio que no logró saltar 5,30 mt. en salto con garrocha, muy lejos de sus registros habituales.  

Seguramente, cada deportista comprometido con su tarea liberó sus emociones en un sentido llanto. En el triunfo y en la derrota, en el deporte como en la vida, la entrega generosa, el esfuerzo, la constancia y la esperanza en alcanzar los objetivos nos alimentan el alma y nos dan, si la sabemos buscar, una profunda satisfacción y paz interior. Y si todos esos esfuerzos estuvieran destinados además a un bien mayor y general...

Curutchet-Pérez medalla de oro!

Ya saldrán todos los elogios de los medios, contarán su vida y sus proezas. Lo cierto es que hoy apenas puede leerse en los suplementos deportivos que participaría en su prueba predilecta con Walter Pérez, su campañero desde el retiro de su hermano, Gabriel hace ya varios años.
El exitismo lo catapultará a la fama. Así como lo condenó al silencio. ¿Cuántos como él se esfuerzan cada día sin llegar a ser jamás noticia? A todos ellos, mi humilde homenaje. Pero hoy la gloria es de ellos. Y su ejemplo me hace sentir que mis 44 años no son tantos como parecen. Gracias Juan Curuchet!!!!!!

Acerca de la percepción visual (comentario de un artículo de EFEFE, grupo de Facebook)

Sin entrar en detalles sobre el buen artículo mencionado en la portada de ELEFE deseo hacer un breve comentario. Si bien lo considero indispensable para cSorroborar las hipótesis al respecto, llama la atención que la biología o la neuropsicología se empeñen en querer mostrar como conceptos nuevos lo que en realidad ya es casi obvio. Todos los procesos perceptivos se hallan guiados desde los esquemas y constructos previos que el sujeto posee. Es un movimiento bidireccional entre los estímulos del "mundo" y las "esquemas cognitivos" del sujeto. Del artículo mencionado puede criticarse la falta de "validez ecológica" ya que es un estudio en condiciones que no se dan en la vida real. Como un ejemplo más sencillo podemos mencionar las veces que "encontramos" algo que nos interesa, en forma casi casual, como un libro entre cientos de una vidriera o las veces que creemos ver a alguien que esperamos y luego comprobamos que no es él. Muchos ejemplos podríamos mencionar. Lo importante es saber que la "percepción" es un encuentro entre "el mundo" y "el sujeto", con las particularidades de ambos y que permite conocer "algo" de lo que el objeto es, o bien nos permite acercarnos parcialmente a "la realidad". Al respecto puede verse, desde el ámbito de la psicología los capítulos 1 de "Estrés, ansiedad y Práctica clínica" y, en forma más resumida, el capítulo inicial de "Factores inespecíficos de la psicoterapia", ambos de mi autoría y el último con un prólogo que trata estas cuestiones, escritas por Gabrial Zanotti. Juan Manuel Bulacio.