jueves, 7 de abril de 2011

Emoción y Razón

La complementariedad entre la emoción y la razón enriquece notablemente las posibilidades humanas. Aunque, a veces, el predominio intenso de una parece ocultar a la otra, o sesgarla fuertemente. Como no es sólo el instinto el que nos mueve, a cada paso debemos tomar decisiones, la mayoría de las veces lo hacemos en forma casi automática, pero otras debemos detenernos un rato, y allí, la complementariedad mencionada puede transformarse en lucha. Cuando esto sucede, parece mejor retirarse un poco antes de decidir ya que las respuestas inmediatas suelen ser dominadas por la emoción. Algo de tiempo y distancia cambia la menera de entender las cosas, para bien y/o para mal. Pero acercar y coordinar ambas partes es clave si queremos vivir plenamente. Aunque ese acercamiento sea a veces sólo aceptación mutua, como dos buenos amigos que sienten/piensan distinto sin afectar para nada esa amistad.

6 comentarios:

Verónica Molina dijo...

Jaaa! Qué buena la imagen de la emoción y la razón como dos amigos que continúan juntos sin necesidad de que siempre piensen o sientan lo mismo. De algún modo, quien sabe conservar amistades de años, o relaciones de años de cualquier tipo y factor, sabe lo que es tomar un poco de distancia para acomodar los tantos (racionales y emocionales). Para bien o para mal, como bien decís.

Tomar "tiempo" y "distancia": desde lo personal, creo que no fueron mis enemigos casi nunca, pero aliados, en cambio, sí... muchas veces.

Cariños.

delivery post-crucifixión dijo...

El tiempo y la distancia creo que es lo más difícil. Hay veces que las situaciones requieren una decisión urgente, otras que no la requieren pero parecen requerirlo..., y eso termina generando mayor ansiedad en las decisiones. Igualmente creo que hay un tiempo y una distancia que, por mínimas que sean, son siempre necesarias. Como suele decirse aún: "antes de hacerlo, contá hasta tres".

Un abrazo Doc.
R.P.

Anónimo dijo...

La dicotomía entre razón y emoción no existe, por suerte, salvo en casos excepcionales, sino seríamos seres incompletos.
El equilibrio de ambas es el ideal, pero depende del temperamento de cada uno y de lo que se haya trabajado en él. De eso depende, me parece, ese tomar distancia al que referís, no siempre fácil pero eternamente útil.
Cariños.
AMP

Contulicious dijo...

Muy buenas las notas Juan, me sirven muchisimo!. En uno de estos dias me tenes por ahi con Locovich (mi viejo), te mando un beso grandote!

Quique Figueroa dijo...

Dottore muy bello esto de la complementariedad, de los buenos amigos, etc.
Pero, la cosa se torna jodida, cuando estos muchachos van uno para un lado, y el otro en sentido contrario, y en el medio el pobre tipo/a partido/a en dos.
Allí, es cuando uno debe dilucidar el camino a tomar, sin desoír las advertencias del caso.
Que pasa, si estos amigos, se brotan, y se pelean eternamente frente a determinda situación?
Acerco dos musas para pensar

Juan Manuel Bulacio dijo...

Y si Quique, tan jodido como realista, pero la imposición de uno sobre otro suele traer más complicaciones que beneficios. De allí la figura que menciono y rescata Vero. Aunque como dice Deli, las urgencias varían.
La unidad personal que menciona AMP es indudable, pero las disociaciones son en cierta parte inevitables y sin duda causa de muchas dificultades.
Gracias Contulicius!!!
Beso/abrazo