jueves, 15 de marzo de 2012

Critica y mentiras.

Pocas cosas son mas fáciles que hablar de los demás. En ocasiones, parece no importar si se lo hace con verdades o mentiras, menos aun si hace con respeto y caridad. Hablar de los demás puede llegar a ser una gran muestra de decadencia personal. Lamentablemente es muy frecuente en nuestra sociedad y genera grandes daños que suelen no tomarse en cuenta desde la mediocridad del facilísimo de la critica. Tal vez, deberíamos repensarlo un poco. Ni mas ni menos que no hacer a otros lo que no te gusta que te hagan a ti.

2 comentarios:

Verónica Molina dijo...

No tenés NI IDEA de lo atinado y oportuno de este post tuyo de hoy.

De paso, me hacés caer en la cuenta de cuánto hace que no compartimos un ida y vuelta por este medio.

Y cuánto lo extraño.

Cariño enorme.

Juan Manuel Bulacio dijo...

El tema es tratar de inmunizarse, pero cuando te hace daño concretamente o, peor aún, se lo hace a gente querida, resulta muy difícil. No se puede andar por ahí replicando o explicando todo y las mentiras son muy resistentes.
En este un tanto desértico blog, es un gran placer encontrarte, Vero. Ojalá se vaya arrimando la barra. También extraño mucho tu página, aunque por suerte es ancho el mundo virtual.
Un beso grande. Vero!