viernes, 9 de enero de 2009

Círculos

A veces, el contexto que vivimos genera insatisfacción, incertidumbre y sensación de soledad.
En ese estado es común pedir ayuda, querer ser escuchado, comprendido y contenido, lo cual lleva a expesarse de múltiples maneras. Sin embargo, no siempre quien recibe está dispuesto a dar también algo de sí. Hay una tendencia a sentir que lo que a uno le pasa es más importante que lo que le pasa a los demás y que merece por lo tanto mayor consideración. La generalización de este fenómeno lleva al egoísmo, al individualismo y por lo tanto a un incremento de la frustración y la soledad. Se genera así una sociedad quejosa e improductiva envuelta en sus círculos viciosos. ¿Cómo romperlo? Desde cada uno. Escuchando más, hablando menos. Dando más, pidiendo menos. No esparando nada y estando dispuesto a mucho por los otros. El círculo virtuoso social comienza por el interior de cada uno y se expande inconteniblemente cuando es coherente y generoso. Así, los pequeños gestos son grandes avances. Y todos podemos hacerlos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sí, el contexto, no contribuye, pero no está en nosotros generar el opuesto ?
Si usamos "los talentos" que todos tenemos y despertamos de la abulia en que la cotidianeidad nos mete, practicando,el "dar y recibir" sin retaceos,haríamos una sociedad menos insatisfecha y más cálida.
Pero esto requiere compromiso y tal vez, esté aquí la causa por la cual la gente, no dice, no escribe, no escucha... no da.

Quique Figueroa dijo...

Si Juano, escuchando atentamente, seremos capaces de captar lo que sucede a nuestro alrededor, y dentro nuestro.
Por algo tenemos dos oídos, dos brazos, y una sola lengua.
Pero no es para nada sencillo lograr ese clima de escucha, pa´luego percibir nuestro pensamiento profundo.
Y descubrir así lo afortunado que somos..
Remito a la nota de Norberto Firpo [Malabarista precoz] ilustra magníficamente tal situación, y precisamente los que menos tienen, son los más propensos a dar.
Sorpresas te da la vida, ay Dió!