sábado, 23 de mayo de 2009

Honestidad para vivir mejor

A pedido de mi amigo, Quique (les insisto, no se pierdan de ver su blog, una auténtica www.quiquef.blogspot.com) escribo unos líneas para retomar la reflexión. He estado los últimos días pensando cómo definir mejor lo que es la honestidad y para qué sirve. No he concluido mis cavilaciones pero puedo decir algunas ideas. El ser humano tiene en su naturaleza, lo bueno y lo malo, en una extraña combinación. Todos tenemos de las dos cosas, en una perenne lucha, a veces agotadora. A su vez, nuestras experiencias y temperamento nos predisponen de una manera aún más misteriosa hacia uno u otro lado en forma de tendencia. Es la libertad, en la medida humana con todas sus limitaciones, la que permitirá seguir uno u otro camino, aunque el mérito personal en ello quede oculto. Se ven los actos y somos responsables de ellos, no se ve la lucha interior y las emociones que nos llevan a ellos. Por eso, podemos juzgar actos, jamás personas. La honestidad debe tener que ver con esos actos, sobre todo con cuánto hacemos o intentamos hacer por los demás. Siendo el hombre un ser que vive en sociedad y que sólo así se desarrolla como hombre, su bien está íntimamente ligado al bien de los otros y por esa vía, al bien común. Así, la honestidad sirve, sin dudas, para el propio bien y para el de la sociedad, porque hace de nosotros seres más cercanos a nuestra esencia, y de ese modo, más perfectos. Por lo tanto, la honestidad nos hace más felices, en la dimensión profunda, aunque parcial que nos es permitida en esta tierra. Aunque tal vez lo humano nos lleva también a alguna otra dimensión, que la esperanza nos permitirá vislumbrar.

6 comentarios:

Ines B. dijo...

Hola Juan
Pensaba que hay una linea muy delgada entre juzgar a las personas o juzgar sus actos, es muy dificil no equivocarse, por otro lado la honestidad no es para todos los mismo ya que a veces se llega a confrontar debido a los distintos criterios que cada uno tiene respecto a la honestidad.En definitiva, que es la honestidad?, vivir y expresarse de acuerdo a nuestros principios?, todos tenemos los mismos principios?.
El querer el bien comun tambien tiene una cuota de egoismo "si mis semejantes estan bien , yo tambien", algo que veo muy dificil en estos dias poder llevar a cabo.

Un cariño Ines Berger

Quique Figueroa dijo...

Es complejo describir la honestidad.
En el diccionario figuran términos rimbombantes: Rectitud de ánimo, integridad en el obrar, respeto por las normas que se consideran adecuadas.
Un ser honesto, es alguien recto, justo. Per esto es aún más complejo, porque en las cuestiones esenciales, dificilmente cambiemos de parecer, pero en tantas otras, probablemente si (a lo largo del tiempo).
En nuestro interior tenemos el yin y el yang, pero no siempre son dos voluntades en pugna y opuestas.
En muchos casos, son visiones complementarias, cual Narciso y Golmundo, los personajes de Herman Hesse.
La honestidad, como la rectitud, son valores que se promueven. Pero hoy, no los vemos en los escaparates de las tiendas, ni en los diarios. No se promocionan.
Seguro, no están de moda. Pero que cosa puede alegrarnos mas, que el mero hecho de saber que las cosas son justas.
No en vano, los escritos de los letrados, claman por ella, al finalizar con SERÁ JUSTICIA.

Intentemos ser justos, y luego clamemos por ella, sin juzgar personas, sino los actos.

Anónimo dijo...

Dice Epicteto, quien nació esclavo, hacia año 55 dC :

La vida prudente, empieza por aprender, cómo poner en práctica principios como " no hay que mentir". El segundo paso consite en demostrar la verdad de esos principios. El tercer paso, que conecta con los dos primeros, es indicar por qué las explicaciones bastan para justificar los principios. Aunque el segundo y tercer paso son valiosos, el primero es el más importante. Pues es demasaiado fácil y habitual mentir, mientras demostramos ingeniosamente que mentir está mal.

Estoy convencida, que la honestidad debe ser la base sólida, de nuestra vida, sin ella el camino es tortuoso e infelíz.

Ana María paz

Juan Manuel Bulacio dijo...

La honestidad es un valor fundamental que se expresa en los actos y en las intenciones. Pero no puede decirse con certeza si una persona es o no honesta, porque lo interior y sus complejidades no pueden verse externamente. Tratar de ser honestos es esencial y parte de ello es no juzgar la supuesta (des)honestidad de los demás.
La veracidad es sin duda uno de sus componentes, aunque como dice San Pablo, "todo hombres es mentiroso", al menos en alguna medida.
Gracias a todos los lectores y más aún a quienes se animan con sus opiniones y/o comentarios. JMB

Anónimo dijo...

Cuando reiteradamente, actos mentirosos, actitudes fraudulentas, son una constante en una persona, es casi imposible no tildarla de tal, es más, hasta estamos prevenidos y prevenimos a quines queremos de esas conductas non santas. La línea que separa juzgar el acto o la persona, es mínima y de fácil confusión.
Y si por avisar estoy juzgando, lo sequiré haciendo, sé que Dios sabe dónde va mi intención, que tal vez humanamente esté mal.

Ana María Paz

Anónimo dijo...

Voy a hacer un aporte honesto a esta búsqueda de la honestidad citando lo que algunos han dicho al respecto:

La mejor manera de permanecer pobre es ser un hombre honesto.
Napoleón Bonaparte

Aunque no soy naturalmente honesto, a veces lo soy por casualidad.
William Shakespeare

La honestidad ha arruinado más matrimonios que la infidelidad.
Charles Mc Cabe

Todos sabemos lo que es una acción deshonesta, pero nadie lo que es la honestidad.
Anton Chejov

Adolf