miércoles, 11 de mayo de 2011

Humildad para disfrutar

Tantos propósitos nos hacemos y no podemos cumplir que lo menos que debemos es ser humildes. Por ejemplo, en este blog, un espacio que propongo para la expresión y la reflexión, no logro escribir lo que deseo. El tiempo, o mejor dicho, las prioridades que defino, no me lo permiten. Así, hay muchos temas que planteo y quedan en la lista de espera. Y muchos más que pienso durante el día, o las noches, que luego se desvanecen o no logro desarrollarlos. Los límites humanos en este simple ejemplo, como en tantas cosas importantes de la vida, son evidentes y debemos convivir con ellos de la mejor manera posible. ¿Cuántas cosas hay que aprender a postergar o incluso a resignar? ¿No será un precio a pagar para encontrar esa intensidad/profundidad en los momentos que sí tenemos? De ser así, sólo la humildad nos permitirá disfrutar de los silenciosos regalos que la vida nos ofrece.

7 comentarios:

Quique Figueroa dijo...

En los tiempos globalizados, disfrutar parece ser una pérdida de tiempo.
Sin importarme demasiado, me propongo vivir cada día de modo mas intenso.
Si no fuera por la música, no nos salva ni Tarzán ..

Juan Manuel Bulacio dijo...

Excelente Quique! Abrazo

Anónimo dijo...

Se disfruta cuando no nos damos cuenta lo que estamos viviendo y solo lo vivimos. Pensar mucho no sirve. Saludos. Marcos P.

Anónimo dijo...

SE BORRARON LAS ENTRADAS!!!!

Juan Manuel Bulacio dijo...

Qué castigo! Y bue...

Anónimo dijo...

Mientras sea humano y no Divino..
Un beso. am

Verónica Molina dijo...

La palabra resignación tiene muy mala prensa, Doc... y sin embargo, sin alguna dosis de resignación es imposible hacer algo y pasar a otra cosa al cabo de un rato, sin enroscarnos en la frustración de que el asunto no quedó (o no es) como pretendíamos al principio.

Borges citaba a algún otro autor (Alfonso Reyes? ya no me acuerdo) que decía que uno publica sus libros para evitarse el penoso trabajo de seguir corrigiendo borradores... y yo creo que Borges y ustét (¡mire qué combo!) tienen razón, y en algún punto hay que parar la pelota (o el teclado?) y volverse humilde. Tal cual.

Beso grande.