lunes, 6 de junio de 2011

Es lindo volver

Retomando la actividad de a poco. Es notable, la variedad de culturas, con el mismo fondo humano. Me quedo con mucho de la personalidad de los argentinos, para el trato diario, los afectos, la amistad, etc. Pero para vivir en sociedad, con reglas y responsabilidades me parece que vamos para atrás. Es tal vez, una de las claves, pero no veo que sea un tema que se enfatice mucho...

6 comentarios:

Vesper Lind dijo...

Hola! que suerte que volviste y ademas contento, espero te dure.

Es tan cierto lo que decís, a veces es muy dificil entender porque nos cuesta tanto estar bien como país, será que aunque seamos un pueblo afectuoso y bueno tenemos una alta cuota de egoismo y frustacion???

Anónimo dijo...

Bienvenido!
Cambia el escenario pero el ser humano es el mismo. Todos tenemos algo en común: el alma, donde pienso, residen todos los estados emocionales.
Somos, nosotros los argentinos, tan afectuosos como incoherentes.
Tomemos este momento de elecciones. La mayor parte de la gente, vota al menos malo, en aras de cuidar sus intereses y cuando mostrás que hay que votar de acuerdo a valores éticos, te dicen no... es perder el voto, no llegan…
Y si no llegan qué? No hay que poner el voto mirando los hijos, no pensando en pasarla hoy… y mañana qué? otra vez lo mismo, la corrupción, la mentira, la decadencia en que estamos? Y esos hijos qué van a recibir?
Creo que haciendo un camino, una especie de protesta mansa con el voto, es promover otra forma de política.
De lo contrario, no nos quejemos, sigamos amortiguando el sufrimiento diario, como mejor podamos.
En el mundo entero, deberíamos salir los indignados. Cuando empezó el capitalismo recontra salvaje, en el año ’90, dije a mis amigos, después de haber escrito, Una Carta abierta a los cansados del sistema, al mundo le espera la versión moderna de la Revolución Francesa…
Quizás desde algún lugar Divino llegue. Tatita Dios, me temo que está muy enojado con nosotros, Nos dio la libertad y la hemos usado muy mal.
Después de haber conocido Medio Oriente y ver las miradas de los jordanos con ese malestar intenso en su alma dolida y ver la contrapartida de la absurda excentricidad de Dubái, no me cabe duda, que un cambio tiene que llegar.
Volviendo a nosotros, seamos coherentes en nuestro decir, hacer y pensar, no acomodemos por conveniencia personal, el voto.
Son nuestros hijos y nietos que van a heredar, lo que decidamos.

AMP

Quique Figueroa dijo...

Enfatizamos sobre las libertades individuales, pero sobre las cuestiones colectivas, poco y nada.
Somos Gardel en forma individual, y unos zoquetes en lo colectivo. Que vach a haché!
Podemos cambiar? Claro que si, de a poco, pero entre varios.

Bienvenue monsieur le docteur!

Juan Manuel Bulacio dijo...

Gracias Vesper! Ya me actualizaré con tu blog...
De acuerdo, AMP, muy claro lo que escribís, si el voto no es "positivo", qué es?
Quique, siempre bienvenido tu optimismo!
Beso/abrazo

Anónimo dijo...

Sabés Juan Manuel, me quedé pensado en tus palabras de cómo somos y creo que fuimos, ya no hay trato diario amable y respecto de la amistad, son verdaderas las antiguas, cultivar nuevas es difícil, dado el estado social del país, donde la nueva burguesía de ricos en un día, no por el trabajo de varias generaciones, percudió, hasta ésa posibilidad de darte sin reparos, espontáneamente.
Las buenas personas, que trabajan a diario, como por ejemplo, la gente del Hospital Alemán, está harta de ser destratada por “el sistema”, la consulta de un odontólogo con muchos años de servicio, recibe un pago de $7,90, atienden más gente de la que humanamente el cuerpo puede resistir.
Y es esta nueva burguesía, la causante de una paga degradada. Esto lo llevás a todos los trabajos y se da la misma situación.
Todo el compendio social, trenes, piquetes, alumnos que toma el colegio, ha hecho que hayamos dejado de ser tan amables en el trato cotidiano, como otrora. Por agotamiento.
Salvo con los cercanos, nuestro grupo de pertenencia, la afectuosidad no es sincera, es más bien una mueca vacía.
Me da pena escribir esto, pero es lo que veo a diario.
Fuimos y hay que volver a ser, aunque cueste. Estoy convencida de un cambio saludable, pero luchemos juntos.
Rezonguemos no por desesperados, sino con la lucidez de buscar un mejor camino.
AMP

Verónica Molina dijo...

¿Habrá vuelta hacia adelante cuando fuimos un trecho largo para atrás? Supongo que sólo nos cabe ir mejorando en el respeto las reglas mínimas para la convivencia social, apartando un pelín la conveniencia individual... de algunos individuos.

Pero no confundo TANTO como para mirar para el costado: de la manipulación de la convivencia en beneficio de la conveniencia, sé que todos somos parte de alguna manera.

Me alegra saber que estás de vuelta y escribiendo en tu blog, a pesar de que yo apenas tengo tiempo -por el momento- de entrar como quisiera a este y otros espacios.

Beso grande.