lunes, 25 de julio de 2011

¿Y entonces?

Hay gente egoísta. De hecho, todos lo somos en algún momento y situación. Hay gente generosa, y también todos lo somos en algún grado en algún momento. Sin embargo, creo que en general el individualismo priva. Y la generosidad paga mal. Para colmo, muchas veces se espera algo a cambio, aunque no se reconozca, y cuando esa respuesta no llega, vienen la decepción y la bronca. Esta claro que lo ideal sería dar sin esperar nada. Pero, ¿es esto posible más allá de los enunciados? Con los hijos y pocos afectos más tal vez sea natural el amor incondicional, o casi. ¿Con el resto?
Y si no es posible no esperar algo, ¿habrá que dar igualmente, o aprender a aceptar más la naturaleza falible propia y de los otros?
Interrogantes, tal vez no los mejores, para la mañana de un lunes...

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Es una reflexion la que planteas que da para un rato largo ! Da la sensacion que esperar algo por lo que damos es una parte muy nuestra ( habria que analizar como se genera esa necesidad de intercambio : " te doy y algo me daras ..") Hablas de los hijos como posible excepcion de dicho postulado , pero acaso no esperamos mucho de lo q le damos a lo largo de los anos ?? Que sean tal o cual cosa , que lleguen a tal o cual lugar , etc y cuando vemos desde nuestra optica que no han llegado donde supuestamente debian hacerlo nos sentimos decepsionado , frustrados , etc ?? Es como decia un tema para dedicarle un buen rato !!! Saludos

Anónimo dijo...

El instinto nos guía en función de nuestras necesidades. El resto es cultural. Saludos Marcos P.

Anónimo dijo...

Llevamos todos los "condimentos" en nosotros egoísmo/generosidad, reflexión/ impulso, etc y si bien no somos una máquina que programanos, bien se pude estar alertas y intentar ser lo mejor.
Dar sin esperar y aceptar que nuestra naturaleza y la de los otros es compleja.
Tanto como para mañana de lunes o madrugada de martes lluvioso, tenés razón, el tema no es el mejor...:(
AMP

Teresita dijo...

A mi entender lo mas importante es darse cuenta como lo planteas vos, si podemos darnos cuenta que estamos esperando algo a cambio y que eso a la larga nos hace daño, entonces con EJERCICIO podemos dar sin esperar.
Nadie dice que sea facil, pero si es posible.
Tenemos que sacudirnos de los pre-conceptos como algo ya estipulado en nosotros.
De los hijos se esperaba todo antes, ahora somos una generacion mas abierta y comprensiva, analitica, por lo menos es como yo lo veo.
Aca en casa les inculcamos el estudio como prioridad, pero somos concientes que ellos son los respoonsables de tomarlo o no, y asi con todos los valores que les trasmitimos.
Tema complejo pero excelente Juan!! si lo planteas es que en tu vida es un paso muy importante el darte cuenta !!!! que bueno!!!
Besos

Tere

Anónimo dijo...

No entendí bien!! ¿Está mal esperar de los otros, que se ocupen o se esmeren por y para nosotros?? Lo malo es sentirse decepcionados si no sucede, a mí particularmente me encanta dar, brindarme a los demás pero también me hace bien y gratifica recibir y me estimula más para seguir dando, uno se va retroalimentando porque sino dar siempre y no recibir nunca nada, (un mimo al alma), se llegaría a un punto que se pierde todo entusiasmo y todo estímulo.

Saludos a todos
AMM

Anónimo dijo...

Más de una vez doy sin esperar nada a cambio y es cuando esa acción está dirigida a personas a las que no conozco, como un acto de solidaridad-
Pero que sucede cuando a quienes doy me unen vínculos afectivos? Es aquí cuando tengo dudas, si realmente de ellas, alguna vez no espero la misma forma de actuar hacia mí. Me resulta muy difícil pensarlo a priori, ya que me impulsa un sentimiento para que el otro esté mejor, y en ese momento no pienso que sentiré si el otro no se brinda de igual manera conmigo.
Claro que cuando no recibo, en ese ida y vuelta del dar, tengo un sentimiento de tristeza.
Pero que hago? Lo más rápido que puedo pienso que la otra persona no pudo percibir mi necesidad(como alguna vez me pasa a mí también), aunque no quiero que me invada ese sentimiento de decepción, pero creo que es casi inevitable a pesar del ejercicio constante de pensar en dar y no recibir, porque en el sentido más hermoso que tiene la palabra "DAR" va implícito todo el cariño y amor que siento hacia los que quiero, expresado de mil maneras distintas:comprensión, contención,compañía,tiempo, alegría etc.,que en definitiva , creo es lo que todos necesitamos en algún momento.
Lo que debo hacer entonces es "FOCALIZARME" en lo que produce en mí, la acción del "DAR" y es una GRAN FELICIDAD,así que tendré que seguir insistiendo en dar, dar, dar y seguir dando, porque seguramente...a largo plazo..recibiré lo mismo que doy, aunque no llegue de las personas a quien yo lo he brindado.
Gracias Doc. por su ayuda.
MS.

Juan Manuel Bulacio dijo...

Muy interesantes las respuestas! Gracias a todos!
La naturaleza humana tiene algunas cosas misteriosas y contradictorias, no?
Beso/abrazo

Vesper Lind dijo...

Es un punto algido este tema, para mi lo que uno quiere es que se logre esa cosa de calle de doble sentido que genera un estado de confianza y comunion con el otro, sentirse valorado y valorar al mismo tiempo, dar y saber que se recibirá en igual medida, en fin quizas "una utopía" , soñar es gratis, en la realidad pocas veces logramos este tipo de relaciones, por eso es muy importante la autovaloracion para poder decidir a quien le ofrecemos lo mejor y cuando dejar de ofrecerlo porque lo que recibimos no es lo que queremos.

Verónica Molina dijo...

Qué difícil, Doc. Creo que uno debe aprender cuándo esperar algo a cambio y cuándo no esperar nada, también. Suena feo decir que uno a veces espera algo a cambio y bien en serio, pero peor es decir -de la boca para afuera- que hay que dar sin esperar recibir y resulta que uno no puede sostener esos estándares tan altos todo el tiempo.

Entonces pienso si no habrá acciones que son altruistas de por sí, y otras que son parte de un contrato que se genera entre unos y otros necesariamente... Si así fuera, también sería cierto que tendremos que aprender a honrar nuestros compromisos, y no creer que el amor (de ida o de vuelta) nos hace prescindir de ellos.

Beso grande.

Anónimo dijo...

Para mí, sabemos desde el vamos,desde el minuto uno en que hacemos algo por los demás, si esperamos algo a cambio o solo lo hacemos el placer que nos da hacerlo, y a partir de ahi es que nos sentimos decepcionados o no.

Aun con los hijos, a veces hacemos cosas por el solo placer que nos da hacerlo (no hay un poco de egoísmo en esto también?) y otra veces porque esperamos de ellos algo a cambio.

Lo malo, lo terrible, lo desconcertante y que duele, es cuando hacemos algo, y aunque no lo queramos reconocer, esperamos algo a cambio. Y eso no llega.

Un beso