sábado, 7 de marzo de 2009

¿Por qué cuesta envejecer?

El ser humano vive en una inevitable tensión: sabiendo su finitud añora la eternidad. Desea lo que jamás va a alcanzar.
La filosofía y la religión intentan responder las preguntas universales que el hombre se hace acerca del sentido de su existencia. Cada hombre busca sus propias respuestas. Aún así una sensación de insatisfacción y angustia merodea por su ser. Hay quien logra respuestas aceptables que le permiten vivir mejor pese a las incertidumbres que afronta y otros a los que le cuesta más.
El paso de los años nos hace más evidente el inexorable final. La negación de la muerte es uno de los caminos para afrontar la vida, aunque no el mejor. En el vano deseo de no envejecer se funda gran parte de los cuidados físicos, psíquicos y estéticos tan propios de nuestro tiempo. Agreguemos también el estigma de la vejez y el culto a la imagen de nuestra sociedad y se comprenderá el rechazo y la negación del envejecimiento. Una alternativa sería encontrar nuevos significados, en lo filosófico o religioso que descubran nuevos sentidos a la existencia. Y en lo cotidiano nuevos significados para encontrarle el gusto a cada etapa de la vida, lo cual requiere de mucha madurez, y es un camino difícil pero posible.
Los modernos enfoques terapéuticos apuntan a ayudar a recorrer estos caminos. También la sociedad debería plantearse sus valores estéticos y éticos en relación a la vejez. Ardua tarea, pero que sin duda, vale la pena. JMB

(Columna del día de la feche en la revista Noticias)

3 comentarios:

oikos-pobierzym dijo...

Hola Juan Manuel! Qué tema difícil que propusiste..., pero muy válido y, por cierto, necesario para la reflexión.

Estamos en una época donde se privilegia la juventud, el estar bien físicamente, el vigor del cuerpo y la capacidad de emprendimiento.

Hoy en día todos, de alguna que otra manera (me incluyo) queremos ser jóvenes. Existen posibilidades para estudiar alguna carrera, algún idioma, realizar talleres de diversos tipos para la gente que se jubila. Hasta se habla de una "cuarta" edad (que viene después de la tercera) y en los gimnasios se ve, cada vez más, personas que ya pasaron los 70.

Todo esto me parece alentador, a condición de no olvidar que el envejecimiento, si bien se puede postergar, resulta inevitable. De ahí mi inquietud: ¿es posible vislumbrar algo positivo en este estadio de la vida?

Rescato algunas cosas (que parecen haber sido un tanto olvidadas por nuestros tiempos): la serenidad, la alegría de haber transitado un camino (que nos fue donado) y cierta sabiduría basada en la experiencia.
Si el hombre también se educara para lograr estas metas, seguramente el rol de los ancianos en nuestra sociedad sería muy diferente.

Pero, repito, las "cualidades" que pueden adquirse en las vejez deben ser trabajadas desde temprana edad y para eso es menester que nuestra cultura comienze a privilegiar también esta etapa de la existencia humana con el propósito de tener una sociedad más comunitaria, más abierta de pensamiento y, por ende, menos nercisista.

El tema da para mucho..., esta es simplemente mi opinión.

Un abrazo
R.P.

Anónimo dijo...

No es fácil encontrar algo positivo en la vejez. Por algo es tan temida. La indefensión, el abandono y la decadencia física y mental son muy tristes. Verlo en seres queridos es más doloroso tadavía. Mucho desarrollo interior se necesita para encontrar la serenidad y la cristiana resignación. Y la sociedad no ayuda. Al contrario, castiga más a los viejos. Ojalá cambiara...pero no es muy probable...
Saludos. O.W.

Anónimo dijo...

Creo que es importante que uno se prepare interiormente para afrontar la vejez de otra manera, no es fácil. Es cierto que la sociedad no ayuda, pero hay que buscar intereses y vivir con esperanza.