domingo, 3 de junio de 2012

Multitasking (Primera parte)

A propósito de la nota de hoy del diario La Nación, va un artículo un poco más amplio sobre el tema.


El ser humano procesa la información que recibe del ambiente en diferentes niveles, desde los mas básicos ligados a los estímulos físicos hasta los mas complejos que requieren del uso de las funciones cerebrales superiores. En un primer momento los estímulos ambientales son clasificados por el individuo por su importancia, en irrelevantes (la gran mayoría) o relevantes. En esta distinción intervienen los significados que el individuo da, lo cual depende del instinto, de los aprendizajes socioculturales y de la experiencia propia, todo ello a través de las creencias. Si todos los estímulos fueran procesados a nivel confié te se generaría un caos de información que tornaría confuso el ambiente. Por eso decíamos que la mayoría son descartados como irrelevantes. A su vez, los considerados relevantes se procesan en dos niveles, uno automático y con poco gasto de energía y el otro consciente y con un gasto mayor. El primer paso en la captación de los estímulos requiere de la atención, que es una función cognitiva de capacidad limitada y por lo tanto saturable. Esto es así, a los efectos de permitir el paso de una cantidad adecuada de información para ser procesada por la mente, sin producir la confusión mencionada anteriormente.
Veamos que sucede con el multitasking.
De alguna manera podemos decir que el ser humano procesa siempre en forma paralela un gran numero de estímulos, con lo cual el multitasking es propio de la naturaleza humana. Pero por otro lado, el incremento de la velocidad y el achicamiento del espacio que se produce como  consecuencia del desarrollo tecnológico, particularmente en lo que se refiere a la comunicación y al mundo informático y virtual, han incrementado en forma notable la exposición a estímulos que requieren de respuestas rápidas. Es aquí donde aparecen los fenómenos relacionados al multitasking.
Como la capacidad atenciones es limitada, una vez alcanzada su saturación comenzaran a descartaras estímulos como irrelevantes. El riesgo de esto es que esa selección no sea la adecuada, debido a la urgencia con que se emiten las respuestas. De tal modo tendremos un riesgo mayor de cometer errores significativos, o de descartar información importante o de ser excesivamente simples en las respuestas. Por otro lado, el estar permanentemente en exposición a tantos estímulos, la activación fisiológica del organismo puede llevar al desborde y agotamiento, dando lugar a los fenómenos característicos del estrés. Cuando los estímulos superan la capacidad de respuesta del organismo y el esfuerzo de este no alcanza o es sostenido por un tiempo excesivo el estrés es la consecuencia natural y de el derivan la aparición de distintos cuadros físicos (desde cefaleas, contracturas musculares hasta alteraciones gastrointestinales, cardiovasculares, autoinmunes, etc), psíquicos (desde el insomnio, irritabilidad, agotamiento, hasta la aparición de cuadros ansiosos o depresivos) y sociales (dificultades vinculares, pobre rendimiento laboral o académico, etc).
Las áreas involucradas a nivel cerebral son las receptoras sensoriales especificas (parietales, temporales u occipitales), las áreas de integración entre dichas cortezas primarias, y el área prefrontal para el procesamiento superior ligado a las creencias y los significados mas elaborados así como a la asignación de prioridades. También intervienen las áreas del tronco cerebral que estimulan la actividad de la corteza (tales como el locus ceruleus), y las partes mas primitivas (limbicas) que relacionan la actividad superior con las respuestas fisiológicas.


Pronto psotearé la segunda parte-
Debo además la continuación del tema de la ansiedad y ampliar los aspectos inespecíficos de la psicoterapia. 
Tiempo al tiempo. Beso/abrazo. JM

4 comentarios:

Ximena dijo...

Muy interesante

Anónimo dijo...

El multitasking hoy es casi inevitable. Que hacer con ello?
Saludos. Marcos P

Anónimo dijo...

Juan, no había leído la nota a la que hacés referencia y no llego ahora a leer tu post, pero dejo el link a la nota del diario y cuando pueda, miro las dos cosas.

Es que todo, no se puede...

Abrazote. Ema

http://www.lanacion.com.ar/1478560-multitasking-la-mania-de-estar-en-todo

Verónica Molina dijo...

Leí la nota del diario y también este post. Es notable el timing de sus contenidos, Doc: en estos días venía notando en mi propia vida una crisis profunda; es que me canso de pivotear entre lo urgente y lo importante... las 24 horas por día. Sí, 24, porque en mitad del sueño a veces me desvelo tratando de resolver algo que me preocupa o de planificar más ajustadamente el día siguiente, para que "quepa todo". Es que a menudo me cuesta mucho hacer una selección adecuada de estímulos y contenidos, y entonces me siento abrumada y sin capacidad de respuesta a "todo" (¿qué cuernos es ese "todo", midió? Todos los días cambia de forma, pero siempre es inalcanzable, como si yo quisiera escalar el Himalaya en patines).

Entonces hay que detenerse y mirar un poco alrededor, para ver cuáles son las batallas que vale la pena pelear, y cuáles no. En eso estamos.

Beso grande, Doc.