lunes, 16 de agosto de 2010

Simpleza y sabiduría

Ser simple, al menos tanto como la compleja naturaleza humana lo permite, es un don. O una virtud. Pero, ¿en que consiste?
Me parece que cuanto más se acerca uno a su esencia y más la acepta más simple es. Por la filosofía sabemos que Dios es simple, y en parte por eso, es perfecto. Acercarse a la simpleza es acercarse a la perfección.
La resignación cristiana es sana aceptación, aunque el nombre sugiera otra cosa.
¿Cómo se encarna esto en la vida de las personas?
Teorizarlo, tal vez ya no sirva. Buscar ejemplos, creo que sí.
Un "viejo" mozo de bar, amigo, es un tipo simple. Acepta con alegría su vida. No se queja, no envidia, no se empobrece en su acción. Es orgulloso de su trabajo, es atento y esforzado. Y todo lo hace con una sonrisa. Aún ante algunos desagradables clientes, con sus amargas caras y malos modales a cuestas.
Casualmente hoy me enteré de algunas cosas de su vida que no conocía. Particularmente, de la enfermedad crónica y grave de su hijo mayor. Parece increíble al mirarlo. Es la virtud de la simpleza y la sana aceptación la que lo hace mantenerse alegre.
Su ejemplo ridiculiza muchos de los temas que suelen afectarnos. Aunque él ni siquiera lo sospeche. Es suficientemente humilde, simple y sabio para que así sea.

15 comentarios:

Anónimo dijo...

Me parece bien el título:
“Simpleza y sabiduría”...


Ser simple es ser lo que se es, en toda su profundidad...


Un abrazo!.
Ema.

Verónica Molina dijo...

Sí, yo creo en eso: ser simples exige una gran valentía, la de aceptar lo que viene sin vueltas, así como es, sin escaparle al bulto. Yo creo que eso es "resignación cristiana"... el asunto es menos pasivo que lo que sugieren esas dos palabras así, literales.

Lo otro es constipación mental: marearse con cadas las cosas, problematizándolas y haciéndolas pasar por cuarenta metros de rebuscados intestinos intelectuales... y malgastar tiempo y energía en el intento. Una tendencia que nuestra cultura fomenta constantemente, no? Una cae en la tentación de analizarlo todo. Cae como chorla, más de una vez... por hora. ;)

Bien por tu mozo amigo. Hay que rodearse de esa gente, para ir aprendiendo algo, no?.

Besos gigantes.

Verónica Molina dijo...

Quise poner "marearse con todas las cosas", o tal vez "marearse con cada cosa"... pero me mareé y puse un poco de cada frase.

Ves lo que te digo? Ser simple es escribir simple. A veces no me sale, jaaa!

Besos.

Anónimo dijo...

Que paradoja!!! Los sinónimos de simpleza, según el diccionario, son: insignificancia, bobería, sosera, etc. En cambio en el mismo diccionario esto dice de la sabiduría "La sabiduría es una habilidad que se desarrolla con la aplicación de la inteligencia en la experiencia" Sin embargo cuando a uno le preguntan por alguna persona que tenga simpleza, pensamos en una "gran persona" se me ocurre la Madre Teresa, Favaloro, Ghandi, etc. LA SIMPLEZA DE LOS GRANDES, yo pienso que es un don nato con la persona y que seguramente el que lo posee ni siquiera percibió que lo tiene, y eso lo hace más simple todavía.

QUERER SER SIMPLES ES ALGO MUY COMPLEJO.

Para mí, vuelvo a repetir, se nace con ese don, eso no quita que uno pueda tratar de aprender de la vida y querer siempre y a cada momento ser mejores personas.

Besos
Ana Maria M.

Vesper Lind dijo...

Que frase... Querer ser simple , es algo muy complejo...tal cual !
A veces cuando nos encontramos con ejemplos como los de tu mozo amigo , caemos en la cuenta de que uno pierde el horizonte muy fácilmente....... es muy difícil el camino de la resignación, sobre todo porque choca mucho con el concepto de crecimiento y realización ( lo digo desde la óptica que la resignación a veces puede ser una excusa) .
Pero es verdad que uno se complica demasiado ......
Besos

Anónimo dijo...

Coincido con AMM, se nace con ese don.
A veces ni el porte ayuda, por el contrario, complica la mirada del otro, que generalmente juzga por apariencia.
Ser simple es complicado, también coincido ahí, pero uno puede ir tallando la manera de ser, con el tiempo.
Cariños.
AMP

Juan Manuel Bulacio dijo...

Muy lindos comentarios, amigos!
Ser simples es ser lo que se es, exige valentía y aceptación (y parece muy complejo!).
Cómo cuesta la palabra "resignación", no? Es cierto lo que dice Vesper acerca del desafío de compatibilizarlo con el "crecimiento" y la "realización". Pero creo que no puede lograrse lo segundo sin una buena maduración de nuestros propios límites.
Todas cosas que podemos ir "tallando".
Muy buena la definición de los "40 metros de intestinos intelectuales". Tan lejos de la simpleza...

Anónimo dijo...

realmentq qué rebuscada!

Juan Manuel Bulacio dijo...

Anónimo, no te entendí nada!
Por las dudas, lo de los 40 metros de intestinos intelectuales me parece genial. Lo de "lejos de la simpleza" lo digo en relación a lo que esa figura sugiere.

Anónimo dijo...

por eso mismo, por la figura... nada de simpleza.

Anónimo dijo...

La gente sufrida tiene otros códigos, casi siempre. Por eso no me extraña lo del viejo mozo.
Gente simple hay en todas las ocupaciones y gente complicada también, aunque a veces las apariencias engañan.
Saludos. Silvia

Quique Figueroa dijo...

La belleza de las personas simples, faltas de malicia, de picardía.
Gente que nos deja una huella profunda, y suele dibujarnos una sonrisa al evocarlas.
Como este jardinero, personaje salido de la película de Jean Becker.
Con Daniel Auteuil y Jean-Pierre Darrousin, Monsiert du pinceau et Monsieur du jardin. En este último, simpleza y sabiduría se dan la mano, y nos acarician.
À bientôt!

Anónimo dijo...

Quique lo simplificas muy bien, coincido con que es un don ser simple, yo trato.... Y NO PUEEEEDOOOOO!!!!!!
Aca se hacia catarsis ¿no?
Besos
Tere

Verónica Molina dijo...

Quique, esa película es genial! la vi y me encantó, realmente es un ejemplo buenísimo sobre la felicidad de las personas realmente simples, en oposición a la insatisfacción permanente de los más "complejos". Y también de lo bueno que es relacionarnos entre unos y otros: podemos ayudarnos y salir todos favorecidos, no?

Y sí, Tere, mirá si será difícil ser simple, que cuando uno quiere tirar una metáfora "al tono", salen los cuarenta metros de intestinos intelectuales! No, si anónimo (y vos) tienen razón, definitivamente!

La gente con quilombos grossos es más simple, también me gustó eso. Es que por contraste, todo lo otro se muestra como lo que realmente es, no? Una cosita de nada... ;)

Besos a tutti cuanti.

Juan Manuel Bulacio dijo...

Dale Vero, tampoco es cuestión de dejar las metáforas por ser simples! Escribí lo que sientas y quieras como siempre lo hacés, que tantos lo disfrutan, entre los que me incluyo, por supuesto.
Tengo que pasar por tu blog. Está buenísimo el último posteo. Pero quiero aportar cosas, que me requieren un poco de tiempo y como estoy con un pie en el avión para irme a un congreso, lo vengo dilatando.
A todos les sugiero esa nota, es imperidble! Un beso. JM