martes, 28 de septiembre de 2010

¿Buena onda?

Una semana sin entradas en el blog. Tal vez, mucho tiempo. Tal vez poco, si no hay algo interesante para decir. O algo positivo. Sí, es cierto que siempre hay muchas cosas buenas que nos pasan y que nos rodean, aunque a veces parezcan vedadas para nuestros ojos. Muchos escritores parecen necesitar de cierta tristeza o nostalgia para escribir. Tal vez por no serlo, pese a mis deseos, eso no me sale. Si el ánimo oscila y cada momento es sólo eso, por qué generalizarlo? En cualquier caso, mi pregunta es: ¿cómo transmitir cosas agradables y "buena onda" en los momentos en que no se siente?

15 comentarios:

Anónimo dijo...

ja! acabo de mandarte un mail, pregntando por tu ausencia,me preocupé, ahora que sé que estás bien, VIVA LA VIDA!
Hace un rato me pregunatba por "mi ánimo" y trataba de recordar como fui antes o siempre,y cuánto al antes le debía hoy, enrredado lo mío, en dia montevidiano lluvioso.
Así estoy.
WELCOME.
AMP

Anónimo dijo...

El sentir muchas veces hay que dejarlo de lado (mira quien te lo dice, pura emosion es mi sobrenombre ja!)y hay que usar la razon.
Hace poco estaba muy enojada con mis hijos por tener materias bajas (varias cada uno), y porque se me rompieron varias cosas a la vez y no tenia dinero para repararlas, y una amiga me mando un mensaje por fcb y me dijo "llamame, pero antes escribi en un papel 10 dones tuyos, de tu marido y de cada uno de tus hijos)como a mi me encantan los ejercicios lo hice... MAMA MIA !!! como me costo encontrar 10 dones!!!!los defectos son mas faciles!!! pero me super sirvio para ver lo esencial en la vida y tambien ver que cada situacion me representaba una herida propia, pude separar la situacion de la persona y asi sentirme mejor.
En esos momentos donde parece que las cosas van mal, hay que dejar la emosion a un costado y usar la razon, pedir ayuda es importante tambien, generalmente vienen solas cuando uno esta abierto a recibirlas, en este caso mi amiga fue mi cable a tierra la que me ayudo a razonar, cosa que a mi me cuesta mucho, en momentos de crisis me anulo y largo las emosiones para afuera.
Generalmente me lo permito para no enfermarme por tragar todo, pero uno es el que dice, "bueno, hasta aca llego mi mal estar, ahora veo de que se trata" nada cambio en el afuera (mi auto sigue roto, el termotanque pinchado, sin un mango, mis hijos calculo que estudiando)pero yo tome otra actitud, y eso me favorecio y a mi entorno tambien.
Moraleja: no tires buena onda si no la sentis, vete pa dentro tuyo, y luego sal del capullo transformado y con un aprendisaje nuevo, y ahi si, estas preparado para ver lo positivo del asunto (otra vez me salio la maestrita ciruela).
Beso
Tere

Verónica Molina dijo...

Tengo una pregunta acerca de tu post, Juan Manuel. ¿Por qué siempre tenemos que ser buena onda? No lo pregunto para generar polémica, ¿eh? Simplemente me pongo a pensar un poco el sentido de este post. ¿Por qué esos ánimos oscilantes que tenemos "a veces" no significan nada? Hay una librería que me encanta y que se llama "Eterna cadencia", dos palabras que creo que describen perfectamente la vida de gente como una. Porque sospecho que todo es movimiento, y captar el ritmo de un pensamiento o de una emoción, así sea el más jodido o insignificante de todos, vale la pena más allá de ese tamiz de "sentido positivo" por el que los hacemos pasar después. Entiendo que es un poco jugado andar manipulando esos submundos con la palabra escrita... Es una decisión muy personal. Ineludible, en algún punto, ¿no? Es un tema que hablamos con mi familia y amigos más de una vez. Ellos a veces me critican porque sienten que me "expongo" cuando escribo. Pero es que si no me expongo, ¿entonces qué sentido tiene? Una no es un pedazo de hormigón armado, es una persona con contradicciones, con sutilezas, ires y venires... y justamente esa flexibilidad y esa trama tan compleja es nuestra fortaleza, también. Y es lo que nos hace creíbles cuando escribimos, porque entonces puede (puede, aunque no sea seguro) que cuando digamos algo, pongamos toda la carne al asador.

Pero no sé, por ahí me equivoco de acá a la China, Doc. Escribir es una cosa tan rara...

Beso grande a toda la muchachada que se reúne por aquí.

Juan Manuel Bulacio dijo...

Vero, creo que las cosas tienen que tener un sentido. Por mi profesión, aunque a veces, sea un error, tiendo a buscar que los demás estén bien. Entonces, para qué afligirlos o aumentar el contagio colectivo de la mala onda? Sí, es cierto que vos te exponés mucho y eso en general resulta muy interesante y atractivo, pero también hay en vos (al menos en lo que yo leí) una intención positiva.
Disparar cosas al viento, sin sentido, sólo por propia necesidad me parece que no es para un ámbito público.
Decir la verdad, y hacerlo desde un lado positivo, es en cierta medida una responsabilidad y un compromiso con el bien común. Claro que todos tenemos nuestros días/épocas y hacemos con ellos lo que mejor podemos.
Un beso y la seguimos. JM

Juan Manuel Bulacio dijo...

Tere, es un gran desafío combinar bien razón y emoción. Tal vez lleve una vida entera sólo el intentarlo. Un beso grande. JM

Anónimo dijo...

Se transmite lo que se puede, no se puede cuidar tanto al receptor. Todo es parte de la vida.
Marcos P

Milenius dijo...

Uy, creía que iba a ser original si decía "no tenés obligación de tirar buena onda", pero veo que no, que llegué tarde. O no. La sociedad "buena onda" me tiene un poco cansada de alguna manera. Habría que ver por qué nos ponemos en la obligación de transmitir "energía positiva" todo el tiempo. No es posible, porque uno, como bien dice Vero por ahí, no es de hormigón.

Besos.

Quique Figueroa dijo...

Fetivamente Dottore, el silencio webero, hace que la egregia comunidá ande cabizbaja.
No creo que haga falta saudade para tomar la pluma y darle al tintero, sino simplemente ganas de compartir.
Los platos saldrán ora salados, ora dulces, ora agridulces, ora sosos.
Digo, por mas que no estemos inspirados, la comunicación es como la cuccina, por mas que no haya hálito divino, hay que morfar, por ende siempre debemos preparar algo.
Alguna vez serán endivias, otras echalottes, a veces papines, y tantas otras café con leche y tostadas pa' la cena. Mantenga el fuego vivo, con alegría, tristeza o duda. Que la escritura misma, es un proceso liberador, que nos permite pasar la rompiente y disfrutar de las olas.
Don't you?

Verónica Molina dijo...

Bueno, leyendo todos los comentarios, creo entender que la "buena onda" puede estar implícita en, sin necesidad de que andemos pendientes de. El proceso de la escritura es catalizador de diferentes cosas. Muchas veces es una forma de compartir pensamientos felices, y otras nos dedicamos a acuchillar fantasmas, quéselevaser. Pero el asunto fluye igual, generando bienestar en quien escribe y quienes leemos, al fin de cuentas. La escritura es un proceso, no es una instantánea... párrafo a párrafo, se va develando el "a ver qué sale".

Sé que acá pesa mucho el ejercicio de su profesión, Doc. No es fácil, pero su alter ego de escritor encontrará la forma de sortear los obstáculos de la identidát expuesta. Usted tiene esa destreza, no me diga que no. ;)

Besos gigantes.

Juan Manuel Bulacio dijo...

Sí, la sociedad de la "buena onda" suele ser vacía y estúpida, Mile. Yo creo que hay razones para la esperanza, lo cual es algo diferente. El tema es cómo congeniar los diversos estados anímicos con esas razones. Beso grande!

Anónimo dijo...

Hay que ser auténtico, no fingir, cultivar y agarrarse de la esperanza, que debe estar bien metida en nosotros, para enfrentar los momentos de baja.
Creer que una eterna sonrisa, que pasa a ser una mueca y decir frases de buena onda, sirve para vivir la vida tal como es, con momentos de baja, es un error, de no mediar una enfermedad, son solo eso, momentos.
Siempre sale el sol, después de la lluvia.

AMP

La Muñe dijo...

JM, aquí tenés la posibilidad de hacer un retiro voluntario cuando necesitás. Para todos, el asunto es el día a día: ¿cómo hacer?
Para mí, en lo familiar: cerrar la boca evita hablar pavadas cuando uno no está con energía; y los que conviven, comprenden y no fuerzan (o deberían. Eximo a los niños).
En el medio laboral, el silencio también ayuda, y cuando hay que hablar... prepararse un poco y pensar un poco más, hablar para decir lo útil, lo justo.
Hay un refrán que dice más o menos: Lo que vas a decir:¿Es cierto? ¿Es útil a alguien? ¿Tiene bondad? Si no es así: No lo digas.
Cariños,
Muñe.

Anónimo dijo...

Yo creo que esos momentos hay que vivirlos, y hacernos amigos de ellos, no esconderlos ni sentirse obligados a superarlos.
Y si en esos momentos no da para comunicarse por todos los canales que usamos normalmente, hacer la plancha, ya van a pasar. Claro que otra cosa es la mala onda instalada como modo de funcionamiento.

un beso

Juan Manuel Bulacio dijo...

Bueno, las opiniones van en general hacia la idea de aceptar las emociones tal como vienen, saber que son oscilantes y muchas irán cambiando y cuidarse a la hora de la acción. Expresar emociones tratando de ver aspectos positivos es alejarse del riesgo del morbo y el contagio negativo.
Descubrir internamente el sentido de nuestras emociones es un trabajo permanente que no puede descuidarse ni debe tampoco obsesionarnos. Muy interesantes todos los comentarios, sin duda. Beso/abrazo. JM

Vesper Lind dijo...

Es así a veces hay buena onda y a veces no hay....... es parte del juego, y la pregunta es : por que hay que tener siempre buena onda?, poder sentirla siempre sería ideal pero no es así a veces no hay buena onda y no hay obligación, es dificil sobrellevarlo porque internamente creo que todos desearíamos tener buena onda todo el tiempo, pero lo mas importante es poder ser como a uno le sale y lo mas dificil es aceptarlo y mas difícil aun aceptar que haya quien no lo acepte y pode resistirlo