domingo, 5 de septiembre de 2010

Tecnoestrés- Introducción (congreso ANA-Libro en prensa) Parte I

Amigos, va una introducción un poco más especializada al tema en cuestión. Sólo tiene algunas leves modificaciones de lo presentado en el congreso de la ANA (Asociación Neuropsiquiátrica Argentina), en la conferencia organizada por el Capítulo de Ansiedad que presido:

Recordemos algunos conceptos generales sobre la capacidad adaptativa del ser humano.
En condiciones primitivas, el hombre debía luchar para conseguir satisfacer sus necesidades más básicas de supervivencia y reproducción. Para ello requería básicamente de respuestas físicas que le permitieran procurarse su alimento y acceder al apareamiento, así como para defenderse a sí mismo y a su prole de la naturaleza y de otros seres vivos. Aunque el desarrollo sociocultural cambió notablemente las formas en que dichas exigencias se plantean, el tipo de respuesta física no cambió. De tal modo, las respuestas adaptativas fisiológicas se mantienen, pese a ser innecesarias para la mayoría de las demandas ambientales. Es decir, la respuesta fisiológica es inespecífica y no ha evolucionado al ritmo de los cambios culturales. Estos cambios se han incrementado notablemente a partir del avance tecnológico y su asombrosa capacidad de aceleración sobre sí mismo.
La situación planteada seria una amenaza para la adaptación del ser humano y el primer paso para su afrontamiento es su identificación y redefinición como un desafío a ser asumido en forma personal, institucional y global. A ello intentaremos aportar con una primera aproximación al tema.
Se llama tecnoestrés al estado psicólogico negativo relacionado con el uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) (Salanova & cifre, 1999). Los continuos cambios producidos a este nivel superan en muchas ocasiones las posibilidades adaptativas de quienes las utilizan. Este problema es bastante universal ya que influye a los trabajadores de las empresas tecnológicas y a los usuarios, tanto en las empresas como en la vida social y personal.
Adaptando el enfoque de Lazarus (1985), podemos decir que las tecnodemandas tienden a superar con facilidad los tecnorecursos personales, o la percepción de los mismos. Esto obligará a invertir mucho tiempo en la generación de esos recursos para no percibir negativamente la propia capacidad de adaptación a la tecnología. Esto implica una baja autoeficacia la cual influye negativamente sobre el ánimo (Salanova et al., 2001). El estrés producido por este desbalance puede entonces expresarse como “tecnoansiedad”, como una baja en el estado anímico o como una mayor irritabilidad, con las consecuencias que estos cuadros generan en el plano interpersonal privado o laboral. Los modos de afrontar estas situaciones dependen de las características personales, así como de sus grupos de pertenencia y de la necesidad real que las nuevas tecnologías tienen sobre sus vidas. En cualquier caso, como en cualquier tipo de estrés, serán de gran importancia las redes de contención...

La ponencia completa en Power Point está en la página de la Fundación (www.fundacioniccap.org.ar)

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Me dejó sin palabras, clarísima la explicación, por mi parte, nada para agregar.
Gracias Doc.
Ana Maria M.

Juan Manuel Bulacio dijo...

Gracias Ana María! Es un placer encontrar gente activa y positiva la mañana de los domingos!

Cdora. Cecilia Albanese dijo...

Hola Juanma!!!!
Gracias por explicar tan claramente este tema, que me encanta.
EXCELENTE!!!!!!
Cariños para todo el grupo!!!

Ceci

Fernanda dijo...

J.M !!!
Muy didactica y especifica la explicacion, me encato.
Saludos

F.M

Verónica Molina dijo...

Qué buena esta introducción al tema, Doc! Entonces parece que todavía nuestros impulsos son más simples y elementales que los necesarios para soportar alegremente tanto cambio tecnológico. Qué desafío es adaptarse sin perder la cordura en el camino... Un desafío gigante.

Justamente en la página de la Fundación vi ayer que hay colgados muchos trabajos interesantes: aunque algunos son para especialistas, hay mucho que puede entenderse más fácilmente que algunos aparatequios muy hi tech. ;)

Besos a tutti cuanti.

PD: qué hacen todos levantados tan temprano un domingo? Nosotros recién vamos por el primer café, los primeros diarios y la primer película dominguera en el caso de Mile: "El jorobado de Notre Dame"... midió.

Juan Manuel Bulacio dijo...

Me alegra mucho que se entienda porque a veces parece que para saber de un tema (o que parezca eso, al menos), hay que hablar complicado. Un viejo problema de la educación formal, no Ceci?
Bienvenida, Fernanda!
Todos pilas el domingo a la mañana, así se disfruta más la vida! Beso/abrazo. JM

Anónimo dijo...

Muy clara tu explicaión, para los que no estamos en el tema, como dice Vero...midió.
Un beso a todos.
AMP

Anónimo dijo...

JAJAJAJAJA!!! me rio porque son las 11 30 de la noche del Domingo, que madrugadores todos!!!!!!
Muy claro Juan, y esta bueno eso que decis que pareciera que para saber hay que hablar complcado.
midio jajaja!!!
besos
Tere

Juan Manuel Bulacio dijo...

Madrugadores y trasnochadores! Dos categorías para armar los equipos. Aunque no sé en cuál anotarme...
¿Será grave?

Quique Figueroa dijo...

Leo algunos términos y noto palabras que se tornan algo mas complejas de lo habitual.
El tecnoestrés, la tecnoansiedad y el tecnoléxico son señaladores claros que la tecnología no necesariamente viena a hacer nuestra vida mas placentera.
Digo, si uno aprende a manejar una herramienta, en las lides virtuales, probablemente, su tiempo de utilización sea corto. ¿Por-qué? Sinceramente, porque los tecnócratas se ocupan de promover cambios, que no siempre redundan en cuestiones beneficiosas.
Te manejás en la web, empieza a pulular el tema de las redes sociales. Incorporás tu página de interné a facebook, y resulta que ahora la "onda" está en Badoo. Una historia de nunca acabar.
La vera tecnología, es esa que se pone al servicio del usuario, que se acerca, en vez de ahuyentarte.
Por eso, creo la tecnología nos viene sometiendo, y pocas veces le sacamos el jugo. De allí todos los incordios que se derivan: tecno*.*
Probablemente esta inteligente entrevista a Richard Stallman, pueda ilustraros mas que mi pobre balbuceo.
Por suerte en septiembre, se nos viene la Prima Vera.

Anónimo dijo...

Tanta tecno"ilógica",empelotuce (palabra permita por la Real Academia)

Anónimo dijo...

Jamás se me hubiera ocurrido que la tecnología podía ser una fuente de ansiedad y estrés. Muy clarificadora la explicación.

Yo me anoto en el grupo de los madrugadores.

un beso