lunes, 10 de noviembre de 2008

Fútbol limpio, vida limpia

El fútbol es un ejemplo del modo de ser de los argentinos. No se puede negar su enorme valor sociocultural. Incluso , tal vez sea demasado. En cualquier caso, allí vemos muchos de los vicios que nos aquejan. Individualismo, egocentrismo, falta de sacrificio son parte de ellos, pero también vemos falta de respeto hacia compañeros y rivales, actitudes desleales como simular faltas, protestar fallos, molestar a los rivales, reclamar sanciones. Y en los espectadores vemos exitismo, insultos a granel, fanatismos, vbiolencia. Muchas veces priva el valor económico sobre las bondades del deportes. Increíblemente estos vicios que afean y ensucian el juego se han trasladado ( ¿o de allí provienen? ) al juego "amistoso" entre padres, compañeros de trabajo, camperonatos diversos en clubes y también, más lamentable aún, a los partidos de los chicos, muchas veces alentados y "educados" por sus padres y profesores o técnicos. Suele hablarse de "la picardía"del juego para explicar muchas de estas situaciones. La picardía, llamada muchas veces "viveza criolla" nos ha llevado a la sociedad que tenemos, donde los valores casi no se ven fuera de enunciados vacíos y mentirosos.
Mi propuesta es retomar el juego limpio, el que dignifica y embellece el noble deporte del fútbol y que es, a su vez, formativo. Respeto de las normas, lealtad, camaradería. esfuerzo cabal y generoso por el triunfo dentro de la grandeza del triunfo o de la derrota. Juego limpio, un camino para empezar a cambiar. Juego limpio, vida limpia.

6 comentarios:

alejandro dijo...

Acepto tu propuesta querido Juano.
Es hora de vivir una vida limpia.
Abrazos.
Alejandro Olmedo.

Quique Figueroa dijo...

Dos cosas dos.
1)La mal llamada "viveza criolla", es el modo de denominar al clásico engaño, pero diría que se circunscribe a la cercanía de las grandes ciudades, esencialmente a Buenos Aires.
Por ende, dejadme rebautizarlo como "engaño porteño".

2)Una forma concreta de adherir a la propuesta juanística de "manos limpias", es mediante el deporte fraterno.
En eso estamos laburando, en difundirlo, y buscar nuevos adeptos.
Simplemente pegadle una leída, aquí o allí [http://ecumenicum.blogspot.com/2008/10/es-posible-la-fraternidad-en-el-deporte.html]

Anónimo dijo...

Yo soy un porteño orgulloso de serlo, y usted Sr. Figueroa, ¿cree que la gente del interior es mejor sólo por serlo?
Manos limpias pueden tenerse en cualquier lugar y en cualquier actividad.

Anónimo dijo...

También podría decirse: vida limpia, fútbol limpio.
La vida es más linda, más serena y más plena cuando es limpia. Y permite dormir tranquilos...
O.W.

Quique Figueroa dijo...

Gentil Anónimo:
Celebro su orgullo porteño.
Nací y viví allí muuuchos años.

Lejos de creer que la gente sea mejor por nacer en tal o cual lugar, hay ciudades que tienen la perversidad propia de la escala.

Sucede en Bs.As., en el conurbano, en Rosario. Pero el [supuesto] centro del universo, el lugar desde donde se baja línea, sobre "lo permitido" tiene epicentro en Bs.As.
De allí que los embustes, tengan mayor probabilidad de suceder en Santa María de los Buenos Aires, que en el resto del extenso país.

Respecto de la pulcritud que Vd. señala, cual Josecito Corzo Gómez lo hiciera años ha en Nuevediario, creo es posible ser honesto en todo lugar y en todo laburo.
El desafío, es reinstalar la cultura del esfuerzo y que nada llega fácil, sino de a poco.
Sin prisa, pero sin pausa.

ana maria paz dijo...

Aca estoy Juan!
Recorde el nacimiento de Racing...por cuentos de familia, era juego limpio, despues se metio el negocio y cambio.
Era futbol de potrero, sin tecnicismos.Nunca escuche sobre nanejos extraños, solo anecdotas de temperamentos y destreza y agradables, por cierto.
No sera que debemos volver a lo natural,en el futbol y en la vida daria,como un antidoto,de tanta cosa non santa que sucede ?