Sólo una mirada, nada más que una mirada de real afecto al otro, sea quien fuere, y ya está..... Fuera la mala onda. Sólo detener el auto para dejar pasar al atónito peatón, bancarse los bocinazos de atrás, y ya está..... Tantas pequeñas cosas cotidianas, que duran segundos, pueden hacer la diferencia...............
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3 comentarios:
Lo cansado que debés estar para que tu cuerpo hable, querido JM. Cuidate y descansá. No corras mañana. Un beso a tu santa esposa, a mi ahijada (sí, me acuerdo...) y al resto de la prole. Bai, orvuá, ol-vídensen.. :-))
Comparto algo leído en Ciudad Nueva:
'los múltiples problemas de las ciudades necesitan de la competencia técnica, los recursos económicos y la oportuna decisión política, hay también una fuerza que surge del espíritu de las personas.
Un conocido intelectual de la izquierda argentina, para sorpresa de muchos oyentes, decía tiempo atrás en una entrevista radial que lo primero que propondría en la vida ciudadana sería un cambio de actitud antes que las necesarias reformas económicas y políticas. Se refería a "sentir" la ciudad como casa propia y casa común, tema excelentemente abordado por Régis Debray en "La República explicada a mi hija" (FCE, 1998).
Cuidar las calles y los espacios públicos, las plazas y las escuelas, los hospitales y los centros deportivos no es sólo una cuestión de quien gobierna, es de todos.
Son los derechos republicanos, eternos postergados, ya que por tratar lo público, [casi] nadie los asumía como propios.
Este es el desafío, concientizarnos en la dimensión comunitaria, desde lo cotidiano, y asumir así una condición de cuerpo colectivo.
Crear una convivencia mejor, bajar los decibeles del ruido, cuidar los teléfonos, no hacer públicas nuestras conversaciones [otrora privadas] vía celular , cruzar los peatones por las esquinas, conducir según las normas de tránsito los automovilistas, no ocultarnos tras anónimos y oscuros vidrios polarizados, no ensuciar, disminuir la contaminación en sus variadas formas, dirigirse a los demás con gentileza… es también una manera de tornar más humana la vida en las ciudades'.
Qué distinto sería todo si dejaran cruzar a los peatones, realmente es una pavada pero que poca gente respeta. También tenemos que ser buenos peatones y respetar a los autos porque cuántas veces cruzamos mal las calles porque estamos apurados...
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