martes, 21 de octubre de 2008

Derechos y Bien Común

Parece simple, no? "El derecho de uno termina donde empieza el derecho del otro". Y las máximas Kantianas? Alguien las recuerda? 
El estado y sus funcionarios tienen por deber primordial procurar el Bien Común. Los hombres de bien, también. Parece simple, no? Y entonces...?

7 comentarios:

alejandro dijo...

Querido Doctor.
Es que las máximas Kantianas en la Argentina se transforman en mínimas. Todo lo relacionado con la ley y su respeto no corre aquí. Es de esperar que algún día se cumplan las leyes, las máximas y se respete al prójimo.
Alejandro Olmedo.
PD. Una última la dirección del blog del Zorro es wwwelzorroalejandro.blogspot.com, sin punto luego de la triple w.Si podes anunciarlo así si alguien quiere entrar lo hace a la dirección correcta.

Unknown dijo...

Estimados:

No concuerdo ni remotamente con las máximas kantianas, las que nos pueden llevar al máximo de la entrega, o al máximo de la codicia. Por qué? Simplemente porque no están atados los valores a nada firme, sino la propia subjetividad.

Recuerdo que el Marqués de Sade seguía las máximas Kantianas, pero con un sentido inverso del que se da normalmente.-

Ahora el tema del bien común, en realidad no es tan sencillo. Solo me limito a decir, que el ejercicio del poder y la búsqueda del bien, necesariamente van unidas.-

Les auspicio a los que hoy solo buscan el poder y no proponen ningùn bien común a la vista, caerse a pedazos en poco tiempo.-

La otra posibilidad, cuando no se propone a la sociedad algo "bueno", es la violencia, es decir, imponer desde arriba manipulando, o directamente robando, o usando la fuerza estrictamente. Es otra posibilidad.-

Cuando un gobierno no busca el bien común, el derecho de resistencia a la opresión, se transforma en un deber.-

Ultimo tema para no agotar, el bien común no depende solo de los gobernantes, en realidad lo construimos entre todos, y a largo plazo depende más de las clases medias, los profesionales, los maestros, los universitarios, de aquellos que aparentemente tienen el poder.-

A construir entonces!!.-

Un abrazo,

Quique Figueroa dijo...

Creo el bien común, tiene la dificultad de ser una construcción colectiva, algo que armamos entre todos. Vaya como ejemplo la convivencia dentro de un edificio. En varias de nuestras ciudades suele ser compleja. Y esto no es propiedad exclusiva de lugares marginales, sino que uno puede estar en plena Recoleta, y tener vecinos inadaptados, o ser uno mismo [¿por-qué no?] una bestia en medio de la ciudad.
Sin embargo, hay lugares dentro de la gran urbe, donde habita ese respeto esencial, que no requiere de mayor explicación.
Pero son la excepción.
Para poder entender el bien común, hay que reconocer la existencia del otro. Pero, somos proclives a una miopía convulsiva, donde lo único que cuenta, es lo nuestro: yo, yo y yo.
Ergo, es complejo, ya no reconocer al otro, sino al menos divisarlo vagamente, e incorporarlo como un otro, que bien puede pensar, sentir y opinar distinto.
En esto, ayudaría tener como meta el poder cumplir con la Regla de Oro: "tratar a los demás, como nos gustaría que nos tratasen a nosotros mismos".
Hay un libro muy recomendable que versa sobre estas cuestiones.
Es corto, pequeño y barato.
Autor: Regis Debray.
Título: "La República explicada a mi hija".
He aquí un extracto.
Esta es la página del Zorro Alejandro.

Juan Manuel Bulacio dijo...

Máximas Kantianas:
-No hacer con el otro no lo que no te gustarían que te hagan a tí. O mejor: hacer con el otro lo que te gustaría que hicieran contigo.
-Actúa de tal forma que si su conducta se generalizara resultara un bien para la sociedad. O bien, ¿qué pasaría si esa determinada conducta fuera la regla?
Son más o menos así, si apareciera Zanotti podría explicarlas mejor, sin duda.

Gabriel Zanotti dijo...

Hola a todos!!!
¿Qué pasa con Kant? No lo kant-sen please. El sólo dio sobre todo dos imperativos categóricos: "actúa de tal modo que la máxima de tu voluntad sea ejemplo de ley universal", y "nuna tratarás a otro como medio sino como fin". Ninguna de ellas se refería a normas concretas sino a una moral no condicionada a premios o castigos. Bastante delicado en cuando a su interpretación, y es un tema que ha hecho correr ríos de tinta de los libros de historia de filosofía.....
Lo que más puedo recomendar en cuanto a brevedad es la interpretación que Karol Wojtyla da al segundo imperativo categórico en "Cruzando el umbral de la esperanza", que es una síntesis entre cristianismo católico y Kant muy interesante.......

Unknown dijo...

Estimado Gabriel:

Me gustaría conocer tu opinión sobre el primer "imperativo categórico" y sus implicancias morales que ha tenido, más allá de la voluntad del señor Kant.-

Saludos

Gabriel Zanotti dijo...

Ok, escribime a gabrielmises@yahoo.com y te envío dos cosas sobre lo que preguntás..........