domingo, 26 de octubre de 2008

Frutos y misericordia

Qué difícil resulta hablar sobre la mente humana! Es algo evidentemente complejo, aunque lo que intenté comentar en la entrada anterior tal vez no lo sea tanto.
Como dice Quique, somos nuestros pensamientos, emociones, historia y acciones, o sea, somos, el conjunto de nuestra interioridad y de nuestras acciones y vínculos. Nos evaluamos a la luz de nuestra subjetividad que interviene en nuestro diálogo interno, nuestros deseos, nuestras emociones y también en el significado que le damos a nuestras conductas, sus resultados y las de los otros. La diferencia es que podemos ser concientes de parte de nuestra interioridad y nuestras contradicciones, pero de los demás sólo vemos sus conductas. Por eso el parámetro de comparación es diferente. Por ejemplo alguien puede ser muy severo para juzgar su interioridad conflictiva y ambigua y suponer que el otro es coherente interiormente sólo por ver conductas coherentes. También está quien se justifica desde su vivencia interior y así se desresponsabiliza de sus actos, aunque puede a la vez ser muy severos en las suposiciones acerca de la interioridad de los demás. A esto me refiero cuando digo que los parámetros son distintos, entre subjetividad y conducta. Por eso propongo ser tolerantes con nuestra subjetividad, aunque exigentes con nuestras conductas y por otro lado, tolerantes con las conductas de los de otros, dado que no conocemos su interioridad y sus intenciones.
Por supuesto, en el campo de la interacción operamos con conductas, pero debemos tener cuidado en no juzgar a las personas que emiten dichas conductas.
Ojo con la paja en el ojo ajeno y la viga en el propio y también con la viga en el nuestro y la paja en el otro. "Por sus frutos los conoceréis". Esa máxima sirve para esforzarnos en nuestro accionar, ya que serán nuestros frutos los que interactuarán con los demás y con el mundo. Pero es solo con la miserdicordia con la que podemos relacionarnos con los actos de los otros.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

De eso trata "Mentes en Jaque"? Parece bastante complicado para una novela...
J.S.

Anónimo dijo...

La subjetividad es interior, las conductas exteriores. Generalmente se corresponden. Cuando entran en contradicción aparece la neurosis.
O.W

Juan Manuel Bulacio dijo...

La propia subjetividad es contradictoria. Eso no es tanto problema. Las conductas deben ser lo más coherentes posibles. La relación entre subjetividad y conducta es complicada, en el medio existe la toma de decisión que es un tema complejo del que podemos hablar otro día.

Cokin dijo...

Una vez leí que somos 4 personas a la vez:
La que "creemos" que somos.
La que los "otros" creen que somos.
La que "realmente" somos y finalmente la que estamos "llamados a Ser"

Anónimo dijo...

eso no es lo que estoy buscando