Función continuada

Las 4 de la madrugada, la función continúa. Ya ni recuerdo cuando empezó, pero debe hacer como 2 días, sin pausa. Preparativos, adultos, adolescentes, sala de estudio, niños. El living de mi casa apenas da abasto. Mi cerebro ya casi no. Aún así disfruto de utilizar lo que afortunadamente tengo. Comenzando por mi casa y sus mutaciones casi hora a hora. ¿Para qué tener lo que no se usa? Aunque la función continúa y la música no siempre es de mi agrado. En un rato (o no tanto) habrá un poco de silencio. Será casi la hora de comenzar la actividad con el más chico, que ahora duerme plácidamente. Mientras tanto, leo lo que puedo, recorro blogs, recuerdo en ellos a mis amigos, sueño despierto, proyecto, dormito, fantaseo y la música se activa cada vez que las puertas se abren cada 2 o 3 minutos, y vuelta a empezar. La noche es larga, el tiempo corto. Divago. Disfruto, me embolo, me enojo, me sereno. Las puertas se cierran con golpes, se vuelven a abrir. Sigue la música. Ya estoy por borrar el disparate que escribo. No lo hago. La noche continúa, pronto será la mañana y la luz del día traerá nuevas vivencias. Me voy a dormir, aunque sea 2-3 minutos... si las puertas y la música me lo permiten...¿Lo borro o lo dejo? Mañana lo decidiré...