martes, 22 de junio de 2010

Descentrarse un rato

A veces, todas las razones propias parecen válidas. Las de los otros están equivocadas, porque no tienen en cuenta lo que les estamos diciendo. Así, visto desde la propia cabeza todo puede entenderse y justificarse. Aunque haya al menos dos personas hablando en idiomas diferentes, cada uno se evalúa tan certero como equivocado el otro. A veces, hasta consigue dialécticamente ganar la batalla. Visto desde afuera, son conversaciones/discusiones vacías y absurdas. Solo intercambiando el punto de vista tendrá sentido y podrá llegarse a algo. Parece fácil, pero se practica muy poco, nada menos que el diálogo tan mentado. Entre pares, pareja, padres e hijos, amigos o lo que sea. Salirse de uno por un rato tiene además muchos beneficios adicionales por descubrir. Nos animaremos?

9 comentarios:

Verónica Molina dijo...

Hoy estoy a full con Drexler, Juan Manuel. Escucho en la compu: "la vida es más compleja de lo que parece" y pienso que sí, que es más compleja, que no tiene una última página con soluciones para consultar (página que, además, la tenemos nosotros solos en nuestro poder y el otro no, no hay caso, no la tiene en la mano y por eso no sabe nada). Somos soberbios, queremos deducir el mundo entero desde nuestro grano de mostaza...

Por otro lado, veo que cuando más homogéneo es nuestro entorno, más intolerantes somos con el que piensa distinto.

La mejor manera que conozco de volverse humilde por un rato largo es recalar en medio de un lugar del que no entendemos el idioma ni las costumbres y tratar de sobrevivir, jaaa! Ahí la cosa es incontrastable: cuando más diferente la cultura y las creencias del lugar, más respetuosos nos volvemos de todo lo que hay por ahí. Y la segunda mejor manera es, creo yo, mezclarse con gente diferente dentro de nuestro propio entorno, cuando "somos mayoría": mezclarnos con gente de distintas edades, distintas creencias, profesiones, vidas vividas. Y compartir con ellos.

Entonces sí nos habremos descentrado un rato: nuestro meridiano es uno más de tantos meridianos, no?

Quique Figueroa dijo...

Mirá el ejercicio de cuerpo astral que nos propone el saludable Dottore: salir de nosotros mesmos, como para ir al encuentro de otros.
Suena fácil, pero es un ejercicio que requiere hacer uso de un músculo atrofiado.
Propongo intentar esto en medio de una caminata con el interlocutor con quien deseamos empatizar/descentrarnos. Porque si estamos apoltronados en alguna silla, probablemente nos centremos en nuestros dichos, y lo próximo que diremos, como pa' dar la estocada final, llegar a la meta primero, y gritar: ¡gané!
Rompamos el molde.
En el diálogo hacen falta dos o mas personas.
El primer desafío es lograr escuchar al otro, pa' salir del diálogo de sordos.
Ni bien afinemos la escucha, el intercambio logrará cierto flujo interesante. Y lo demás vendrá solo.
Hablar, escuchar, pensar, silenciarse, retomar el diálogo, y todo esto mientras se camina de a dos. Beneficios múltiples de los viandantes de la vida. Un camino largo y exquisito.

Juan Manuel Bulacio dijo...

Es excelente Drexler, y como tal se va a descubriendo de a poco...
Sí, Vero, los contastes son clave para poder apreciar.
Quique, es paradójica la sensación casi universal de soledad y la tendencia a hablar solos y no escuchar a nadie. Es como si la soledad se combatiera ubicándonos nosotros en el centro y los demás a nuestro alrededor, medio raro no?

Verónica Molina dijo...

Me pareció buenísimo el comentario de Quique: es genial -y muy cierto-que cuando andamos charloteando por la calle con alguien, caminando uno al lado del otro, la cosa es como más pareja y menos egocéntrica...

No me había dado cuenta, pero si rememoro algunas conversaciones interesantes que he tenido, se dieron como dice Quique, y no enfrentados uno al otro cual jugadores de ajedrez.

Vesper Lind dijo...

Muy acertado el comentario de Vero, al estar con otra persona de cultura distinta la descolocación y curiosidad por su punto de vista es tal que provoca que bajemos el orgullo para no perdernos de nada...pero cuando nuestro interlocutor es alguien con quien compartimos asiduamente creemos saberlo todo ....
El tema de los puntos de vista es muuuuuuuy complejo, y es cierto siempre creemos tener el punto justo, y eso nos conduce muchas veces a interpretaciones erróneas , incluso hasta a sufrir inutilmente ....... pero el hombre es el animal que tropieza varias veces con la misma piedra.

Juan Manuel Bulacio dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Si, por descentrarse se entiende estar con personas de diferentes culturas, en ese sentido he sido afortunada. Me crié, en un popurrí de gente increíblemente diferente, en razas, en credos, en costumbres.
Y lo agradezco profundamente, me permitió, salir del molde pre- establecido. Y lo que es más...entender el molde, comunicarme mejor con los iguales, pero me costó
tiempo, fue necesario el asimile y el cocrequeteo de los visto en otros, para saber callarme a tiempo cuando mis iguales estaban cerrados.
Al mismo tiempo, me trajo consecuencias, de las buenas y de las otras.
Se desarrolla en uno, una mirada amplia y se puede percibir y entender, más allá de lo común. pero ese desarrollo, que sólo es consecuencia de asimilar la experiencia y rose, que da el encontrarse con los“diferentes”, con ese bagaje que cada uno aporta por ser ruso, filipino, paisano, empresario, albañil, banquero, carpintero y mil más, le da uno, un parecer personal, en cada situación, que hace difícil la comprensión del común de la gente y de los que están cerca.De los supuestos pares.
No hay término medio, te aman o te odian, pero no piensan más allá, ni los iguales... auqnue se hayan sentado en la misma mesa.
Si a un rey le decís..conozco su palacio, siendo plebeya, va a pensar que entraste por la puerta de atrás.
Si a un pobre le contás que conociste a Indira Ghandi y la salvaste de que se le cayera un zapato en su cabeza, sin siquiera haberse enterado, va pensar que es tu fantasía la que habla.
Si a tu par supuesto, le ralatas, vivencias nuevas, lo más problable es que te repruebe o te deje correr como tonto,
que anda por la vida sin ton ni son.
Creo que lo más duro de este descentrarse y meterte en otros mundos es que, se limita el entorno de la gente que puede resultarte interesante.
Aún así, lamento que las personas, que tienen la posibilidad de mezclar su vida con la de otros, no lo hagan y se encierren en la conocida.
Se achica el mundo, se pierde vida.
Siendo católica, creyente ferviente y educada en colegio de monjas, jamás voy a perdonar que su educación de otrora, haya sido de puertas cerradas y llena de culpas.
Gracias al psicoanálisis y obviamente a esta historia de vida que relato, me salvé del encierro mental, que me hubiera llevado a tener una expresión amarga,en la cara, ya que ella es el reflejo del alma, como bien decían las monjas. Y el alma arrugada por lo igual, sin sorpresas, sin un huy … y esto cómo será?
El traspasar la puerta de lo de uno, trae heridas , que cicatrizan y terminan siendo trofeos, en esta batalla que es la vida. Y más...te lleva a evitar una discusión absurda, con aquéllos que no lograron descentrase y pueden ser muy cercanos.
AMP

Quique Figueroa dijo...

Guau!, que comentario tan "do peito", el de AMP ..
Animarse a salir de uno, parece ser una clave pa' comprender mejor la vida, y a nosotros mesmos.
Lei atentamente lo suyo, y acerco un par de cosas que relacioné con su crocante escrito (porque no fue un "comentario", sino un pedazo e' vida): algo sobre Hamartia que dice Freeman, pero vale la pena leer la página 44 de cabo a rabo (aquí). Y acerco también al Mario Corradini, con su música y su escritura, un vero buscador.
Parece que Daniel Viglietti, cambió la letra de su clásico. Ahora dice:
A descentrar, a descentrar/
Que la vida es mia, tuya, y de aquel./De Pedro, Maria, de Juan y Jose.

Anónimo dijo...

Quique:
Correr el telón y mostrar la trama, con la que se ha hecho la vida, ayuda a quitar esos fantasmas.
Un cariño. AMP