El hombre es un ser soñador, que no sólo se mueve por el principio del placer sino que mira más allá de sus deseos básicos inmediatos. Es tal vez esta característica humana la que empuja la humanidad a su increíble desarrollo colectivo en la cultura.
Copio aquí un comentario a propósito de este tema que hice en respuesta a una excelente nota de Vero en su blog (www.veronicamolina.com):
"En los sueños debemos distinguir bien nuestros ideales narcisistas y deseos de fama y poder de aquellos que son legítimamente validados por la propia vocación y el objetivo del bien común. Esta distinción no es fácil, pero es imprescindible a la hora de decidir si vale la pena seguirlos, modificarlos o dejarlos. Muchas veces también, el soñador debe flexibilizarse para saber que hay muchas formas de expresión de sus deseos. Y algo más, soñadores no honestos, o comprometidos o esforzados o constantes , mejor abstenerse. JMB"
miércoles, 31 de marzo de 2010
martes, 30 de marzo de 2010
Indiferencia colectiva
Ana María Paz, asidua lectora de este blog, me recomendaba ayer no cansarme y aflojar en mis esperanzas. Realmente es algo que trato permanentemente de hacer y de transmitir en los distintos ámbitos en que muevo. Comprendo además que de podo sirve atribuir externamente las dificultades y más sirve enfocarse en lo que uno mismo debo, quiere y puede cambiar. Sin embargo, a veces algunas cosas sorprenden. ¿Pueden ustedes, queridos amigos, creer, por ejemplo que desde la Fundación que presido, y sostengo con todo tipo de esfuerzos, no logremos interesados en nuestros trabajos con adolesentes en las escuelas? Aclaro, son talleres gratutios, con tiempo robado de la escasez que tengo, con gente que también lo hace en similares condiciones. Todos profesionales que sólo deseamos en esto dar un servicio. Interesados, ninguno!!!! En un grupo de Facebook que co-coordino propuse lo mismo, el grupo tiene casi 5000 personas, no hubo una respuesta! Se habla de educación y de miles de cosas, pero si implica algo de pérdida de comodidad, mejor lo dejamos para otro momento...Sólo vale quejarse, tratar de trucar eso por acciones, ni hablar!
En los largos años de Fundación sólo hemos tenido una donación: una PC viejísima, todo lo demás ha sido a pulmón. El sábado empezábamos un curso en una Universidad, hecho por nosotros. El encargado de la seguridad estaba contento porque venía poca gente a ver si en una de esas se suspendía. Su única tarea era abrir la puerta, pero prefería pasarse el día haciendo absolutamente nada. Podría dar muchos ejemplos más, pero no quiero cansarlos. Pueden imaginarlos, grupos gratuitos en el hospital, charlas abiertas a público,etc. etc. A quién le importa? Si gente que quiere trabajar gratuitamente y está capacitada para eso no encuentra eco, entonces, ¿cuéles son las reglas?
Si estudiantes de psicología se aburren de los pocos pacientes que ven, cuando aún no aprendieron casi nada, si médicos quieren saber cuánto van a cobrar antes de mover un dedo, si lectores sólo quieren cosas comunes y baratas, si la TV marca los ritmos e intereses...
No Ana María, no pierdo las esperanzas, no por mérito, sino por naturaleza, pero reconozco que a veces, se hace duro. Aún así, no puedo ser una parte más de lo que critico. Por eso, esta nota algo más larga de lo habitual.
Beso/abrazo. JM
En los largos años de Fundación sólo hemos tenido una donación: una PC viejísima, todo lo demás ha sido a pulmón. El sábado empezábamos un curso en una Universidad, hecho por nosotros. El encargado de la seguridad estaba contento porque venía poca gente a ver si en una de esas se suspendía. Su única tarea era abrir la puerta, pero prefería pasarse el día haciendo absolutamente nada. Podría dar muchos ejemplos más, pero no quiero cansarlos. Pueden imaginarlos, grupos gratuitos en el hospital, charlas abiertas a público,etc. etc. A quién le importa? Si gente que quiere trabajar gratuitamente y está capacitada para eso no encuentra eco, entonces, ¿cuéles son las reglas?
Si estudiantes de psicología se aburren de los pocos pacientes que ven, cuando aún no aprendieron casi nada, si médicos quieren saber cuánto van a cobrar antes de mover un dedo, si lectores sólo quieren cosas comunes y baratas, si la TV marca los ritmos e intereses...
No Ana María, no pierdo las esperanzas, no por mérito, sino por naturaleza, pero reconozco que a veces, se hace duro. Aún así, no puedo ser una parte más de lo que critico. Por eso, esta nota algo más larga de lo habitual.
Beso/abrazo. JM
lunes, 29 de marzo de 2010
A pedido!
A veces, me resulta complicado escribir. Es que para algunos de los lectores lo hago "difícil" y por eso no comentan, porque temen no poder aportar algo en el tono de la nota (no lo siento así, pero...) Otras veces no lo hago por falta de tiempo o inspiración, entonces prefiero leer y dejar algo en algún blog amigo, de esos que da gusto leer y que alientan a participar. Otras, voto por el silencio cuando no creo tener algo para decir. En fin, escribir, expresarse no es fácil. Creo que para casi nadie. Sin embargo, cuando un amigo me escribe pidiéndome que continúe, encuentro una excelente razón para hacerlo, aún sin tiempo, sin inspiración, siendo complicado o sin tener mucho para decir. Por eso va este posteo para él, para mi leal amigo de tantos años que no deja que caiga en el desánimo y para tantos como él que cada día luchan, con más o con menos ganas para hacer su mundo y el de todos, un poco mejor. Gracias! JM
miércoles, 24 de marzo de 2010
Respuestas universales
-Te cuento?
-Si, claro.
-En el trabajo tuve un día muy complicado, Fulanita estaba pesada con que haga el informe correspondiente a ...
-Mm.
-Y Mengano no paraba de discutirme cada punto como si...¿me estás escuchando?
-Claro, ¿te lo repito?
-No, fue un día difícil. A veces pienso si es el lugar que quiero para mi.
-No te preocupes tanto.
-Es que no logro sentirme conforme, es algo que debo resolver.
-El tiempo te va a ayudar.
-¿Te interesa que te cuente o no? A veces pienso que no.
-Si me interesa.
-¿Cómo fue tu día?
-Normal. Todo bien.
Secuencias como estas son bastantes comunes. Apariencias de diálogo en dónde en realidad sólo se trata del monólogo de uno y la indiferencia del otro escondida detrás de respuestas de ocasión. Cuando la comunicación real no se produce no hay palabras que la disimulen. Las palabras tienen sentido cuando hay un nivel de empatía que las contiene.
Sin saberlo, a veces aburrimos con nuestra verborragia o con nuestro silencio. Sin notarlo, a veces sólo nos escuchamos a nosotros mismos, con palabras o sin ellas.
El ser humano necesita de los otros, y tal vez más específicamente de alguien en particular para sentirse acompañado en el camino de la vida. Recorrido lleno de experiencias, que solo compartiendo se puede disfrutar. Haciéndolo no habrán respuestas universales y vacías, sino palabras o silencios llenos de contenido.
-Si, claro.
-En el trabajo tuve un día muy complicado, Fulanita estaba pesada con que haga el informe correspondiente a ...
-Mm.
-Y Mengano no paraba de discutirme cada punto como si...¿me estás escuchando?
-Claro, ¿te lo repito?
-No, fue un día difícil. A veces pienso si es el lugar que quiero para mi.
-No te preocupes tanto.
-Es que no logro sentirme conforme, es algo que debo resolver.
-El tiempo te va a ayudar.
-¿Te interesa que te cuente o no? A veces pienso que no.
-Si me interesa.
-¿Cómo fue tu día?
-Normal. Todo bien.
Secuencias como estas son bastantes comunes. Apariencias de diálogo en dónde en realidad sólo se trata del monólogo de uno y la indiferencia del otro escondida detrás de respuestas de ocasión. Cuando la comunicación real no se produce no hay palabras que la disimulen. Las palabras tienen sentido cuando hay un nivel de empatía que las contiene.
Sin saberlo, a veces aburrimos con nuestra verborragia o con nuestro silencio. Sin notarlo, a veces sólo nos escuchamos a nosotros mismos, con palabras o sin ellas.
El ser humano necesita de los otros, y tal vez más específicamente de alguien en particular para sentirse acompañado en el camino de la vida. Recorrido lleno de experiencias, que solo compartiendo se puede disfrutar. Haciéndolo no habrán respuestas universales y vacías, sino palabras o silencios llenos de contenido.
lunes, 22 de marzo de 2010
Tiempo y autoinfluencia
A veces el tiempo es realmente escaso y las prioridades no son tan fáciles de definir. Entonces, lo mejor es admitir el problema y recordar que ese estado es sólo transitorio. Al igual que cuando algún sinsabor nos domina, esa noche y el día siguiente llegan rápido. No perder energía entonces en lamentos y resolver o encarar los temas de a uno es parte de la solución. Y si los demás comprenden o no, suele no depender de nosotros, por eso tampoco eso debe detenernos. Y no nos olvidemos de nuestra capacidad de autoinfluirnos. Con o sin tiempo nuestro ánimo y actitud sí dependen en gran parte de nosotros mismos. Beso/abrazo sin apuro, aunque no se note...
miércoles, 17 de marzo de 2010
Misterio y humanidad
Vivimos rodeados de misterio, cada historia, cada contradicción, cada rostro que cruzamos, casi cada percepción está rodeada de un halo misterioso. Es que sabemos que hay mucho más que lo evidente, aunque a veces ni lo evidente vemos. Por eso necesitamos humildad. La soberbia es realmente estúpida ante tanto misterio e impotencia. Sin embargo, desde lo simple podemos tal vez descubrir que al final no es tan complicado si aceptamos nuestras limitaciones y el alcance de nuestra humanidad.
martes, 16 de marzo de 2010
Tolerar el misterio
Quisiera compartir una reflexión que escribí inspirado por la excelente nota del blog de Veronica Molina (www.veronicamolina.com).
"Nuestra mente sigue probablemente derroteros tan cambiantes como el mundo que contemplamos. Si quisiéramos entenderlo todo, fracasaríamos estrepitosamente además de malgastar nuestra energía. El silencio nos permite ver mejor el mundo exterior y el interior. Relativizar algunos estímulos y darle cabida a los que vale la pena, entre ellos “el todo”, es un arte. Tolerar mejor el misterio, sin ser indiferente a él, tal vez sea parte de la sabiduría. Muy linda nota, Vero. JMB"
Beso/abrazo. JM
"Nuestra mente sigue probablemente derroteros tan cambiantes como el mundo que contemplamos. Si quisiéramos entenderlo todo, fracasaríamos estrepitosamente además de malgastar nuestra energía. El silencio nos permite ver mejor el mundo exterior y el interior. Relativizar algunos estímulos y darle cabida a los que vale la pena, entre ellos “el todo”, es un arte. Tolerar mejor el misterio, sin ser indiferente a él, tal vez sea parte de la sabiduría. Muy linda nota, Vero. JMB"
Beso/abrazo. JM
domingo, 14 de marzo de 2010
Recuperar la palabra.
Otra cara de la trampa de cambiar las reglas es, lisa y llanamente, la mentira. Son muchas las historias que nos muestran las consecuencias de las mentiras reiteradas. Hoy vemos, ya casi acostumbrados lamentablemente, que la falsedad recurrente ha llevado a la degradación de la palabra. ¿Cómo dialogar o negociar cuando la palabra es lo mismo que la nada? Terrible para una sociedad organizada. Cuando parece que todo lo que se dice está al servicio de un objetivo personal y no de la verdad y el bien común, la esperanza se debilita. Honrando la propia palabra, sin trampas ni excusas, tal vez la recuperemos un poco.
Insomnio
Otras veces los conté las agitadas noches familiares que me impedían dormir. Hoy no fue así. Tuve en casa una muy agradable reunión con amigos de la entrañable "esquina". Sin embargo, aún no logré conciliar el sueño y ando acá escribiendo el blog, contestando viejos mails y tratando de no perder este tiempo. Muchas causas pueden confluir en el insomnio. Todas ellas requieren reflexión y seguramente algunos ajustes. Es hora de hacerlo. Hasta pronto. JM
jueves, 11 de marzo de 2010
Reglas a medida
Los niños suelen cambiar las reglas de los juego cuando pierden. Los adultos muchas veces nos comportamos como niños. Si esa trampa la hacemos cuando el juego no es juego y las consecuencias sobre los demás son significativas la cosa es grave. No miremos sólo al lamentable espectáculo de la política, veamos sus raíces en personajes públicos diversos y también en nosotros mismos. Busquemos la verdad y el bien común. No seamos miserables.
martes, 9 de marzo de 2010
Psicología tóxica.
Estoy, francamente, un poco cansado de la "psicología tóxica". ¿De qué se trata? De esa onda popular, bien porteña y lamentablemente llena de soberbia de entender psicológicamente y mal, casi cualquier cosa. Antes lo veía con un tema tan sensible como el cáncer, con ideas tales como "es la cabeza la que lo produce", generando que el paciente además de padecer su enfermedad creyera que se lo estaba autoproduciendo. Qué brutalidad! Lamentablemente, entre médicos también se ve la misma tendencia, "es el estrés" les dicen a sus pacientes cuando no encuentran causas (según análisis medio berretas) que justifiquen sus dolencias. Así, "no quedo embarazada por culpa del estrés, es mi cabeza el problema", etc. Por favor, qué ignorancia supina! Nunca puede afirmarse que algo de un dominio (mental) es causa de algo de otro dominio (físico). Puede haber correlaciones, por supuesto. Es indudable la MUTUA interacción entre cerebro y cuerpo, pero dichas correlaciones no son aplicables para explicar una situación particular. Es una barbaridad lógica y conceptual. ¿Se entiende? Bueno, las cosas no son a veces tan sencillas como parecen, así que ¡zapatero a tu zapato! Atender lo psicológico por un lado y lo fisico por el otro, sabiendo que se influyen mutuamente sí, hacer afirmaciones temerarias y tóxicas, NO!!!!!
domingo, 7 de marzo de 2010
Hoy en La nación
Hoy en la Revista de La Nación de hoy, salen algunos comentarios míos en la nota de tapa sobre las personas que hoy tienen entre 30 y 40 años aproximadamente. Les mando un resúmen de mi manera de ver eltema (casi todo salió publicado).
"En Argentina no hay estadísticas fiables en salud, menos aún en salud mental. Pese a ello en la práctica se ve un incremento de los trastornos de ansiedad, particularmente de Trastorno por Pánico y de Trastorno de Ansiedad Generalizada. Este trastorno caracterizado por la excesiva y constante preocupación guarda una importante relación con las condiciones ambientales. El clima de zozobra y amenaza social compartida, particularmente en temas políticos, económicos y de seguridad favorecen la idea de un ambiente hostil y peligroso. La realidad social se compone de hechos, interpretaciones y difusión de esos hechos. Los medios de comunicación tienden en la actualidad a amplificar dicha zozobra. Este aumento de la percepción de amenaza y peligro favorece en personas predispuestas un aumento de la ansiedad, conformando en muchos casos cuadros de TAG y en otros, cuadros más agudos como una Crisis o un Trastorno por Pánico.
Entre los 30 y 40 años, las personas deben consolidar su crecimiento personal y laboral, así como hacerse cargo de las familias que forman. En este sentido los factores mencionados llegan a este grupo de un modo más directo que en otros grupos etarios.
Las condiciones laborales actuales, con elevada exigencia y alto grado de competitividad incrementan aún más las dificultades y la vulnerabilidad de estos grupos. La falta crónica de tiempo y el exceso de presiones confluyen en la formación de malos hábitos tales como escaso sueño, escasa actividad física, escasa recreación, exceso de estimulantes y a veces de alcohol, mala alimentación, etc. retroalimentando negativamente el círculo vicioso
ansioso.
No es raro ver en esta edad, en personas que trabajan en empresas, por ejemplo, ansiedad social disimulada (producto de la mencionada competencia y de la excesiva exposición) y complicaciones secundarias por abuso de ansiolíticos y/o alcohol. La depresión puede también sobrevenir cuando la ansiedad se hace crónica o las expectativas no logran alcanzarse o no se ajustan en forma adecuada a la realidad personal (expectativas juveniles frustradas en la edad adulta).
Podría reflexionarse sobre la necesidad de replantear el papel y la responsabilidad social de los medios de comunicación así como a nivel laboral los métodos de evaluación y el estímulo excesivo de la competencia entre los empleados.
En general sería muy útil favorecer una cultura personal y social de vida sana basada en los buenos hábitos y en lo personal tratar de aumentar la conciencia de autoinfluencia, seleccionando los estímulos más convenientes y deshechando los negativos innecesarios y realizando ajustes periódicos de las expectativas." JMB
Beso/abrazo para todos. JM
"En Argentina no hay estadísticas fiables en salud, menos aún en salud mental. Pese a ello en la práctica se ve un incremento de los trastornos de ansiedad, particularmente de Trastorno por Pánico y de Trastorno de Ansiedad Generalizada. Este trastorno caracterizado por la excesiva y constante preocupación guarda una importante relación con las condiciones ambientales. El clima de zozobra y amenaza social compartida, particularmente en temas políticos, económicos y de seguridad favorecen la idea de un ambiente hostil y peligroso. La realidad social se compone de hechos, interpretaciones y difusión de esos hechos. Los medios de comunicación tienden en la actualidad a amplificar dicha zozobra. Este aumento de la percepción de amenaza y peligro favorece en personas predispuestas un aumento de la ansiedad, conformando en muchos casos cuadros de TAG y en otros, cuadros más agudos como una Crisis o un Trastorno por Pánico.
Entre los 30 y 40 años, las personas deben consolidar su crecimiento personal y laboral, así como hacerse cargo de las familias que forman. En este sentido los factores mencionados llegan a este grupo de un modo más directo que en otros grupos etarios.
Las condiciones laborales actuales, con elevada exigencia y alto grado de competitividad incrementan aún más las dificultades y la vulnerabilidad de estos grupos. La falta crónica de tiempo y el exceso de presiones confluyen en la formación de malos hábitos tales como escaso sueño, escasa actividad física, escasa recreación, exceso de estimulantes y a veces de alcohol, mala alimentación, etc. retroalimentando negativamente el círculo vicioso
ansioso.
No es raro ver en esta edad, en personas que trabajan en empresas, por ejemplo, ansiedad social disimulada (producto de la mencionada competencia y de la excesiva exposición) y complicaciones secundarias por abuso de ansiolíticos y/o alcohol. La depresión puede también sobrevenir cuando la ansiedad se hace crónica o las expectativas no logran alcanzarse o no se ajustan en forma adecuada a la realidad personal (expectativas juveniles frustradas en la edad adulta).
Podría reflexionarse sobre la necesidad de replantear el papel y la responsabilidad social de los medios de comunicación así como a nivel laboral los métodos de evaluación y el estímulo excesivo de la competencia entre los empleados.
En general sería muy útil favorecer una cultura personal y social de vida sana basada en los buenos hábitos y en lo personal tratar de aumentar la conciencia de autoinfluencia, seleccionando los estímulos más convenientes y deshechando los negativos innecesarios y realizando ajustes periódicos de las expectativas." JMB
Beso/abrazo para todos. JM
sábado, 6 de marzo de 2010
Y ahora que hacemos con Internet?
Recuperar Internet en mi casa fue un gran alivio. Y no sólo para nuestros hijos. Ya resulta difícil imaginarse sin esos recursos tencológicos tan habituales en nuestra vida. Sin embargo, no creo que debamos perder la idea que son medios y no fines en sí mismo. Internet es un formidable medio para comunicarse, aunque a veces, el exceso de información o comunicación se vuelva paradojal y atente contra sí mismo.
Una de las formas en que decidimos utilzar Internet es para enviar pequeños resúmenes cada tanto de la actividades de la Fundación y algunas notas de reflexión.
Esta semana comenzaremos con esos envíos y publicaremos aquí las "editoriales" que irán en dichos boletines.
Dejo este espacio abierto para inquietudes y sugerencias y abro otro con la primera editorial. Beso/abrazo. JM
Una de las formas en que decidimos utilzar Internet es para enviar pequeños resúmenes cada tanto de la actividades de la Fundación y algunas notas de reflexión.
Esta semana comenzaremos con esos envíos y publicaremos aquí las "editoriales" que irán en dichos boletines.
Dejo este espacio abierto para inquietudes y sugerencias y abro otro con la primera editorial. Beso/abrazo. JM
lunes, 1 de marzo de 2010
Sin Internet
"Sin Internet, no se puede hacer nada" fue la recurrente queja de mis hijos tras cinco días sin que nuestro proveedor nos resuelva el problema. "Pueden hacer de todo, leer, escribir, escuchar música, etc." fue en general el tipo de respuesta que dimos. Hoy ya comenzando el lunes reconozco que para la vida que adoptamos se hace difícil sostener la falta de Internet. Se genera una especie de sensación de falta de control, por los mails, blogs, etc. Como si nos fuéramos del mundo. Justificado o no, el tema para ser así. Imaginemos un momento la vida sin Internet, TV y teléfonos celulares. Cuesta pensarla, no? Sin embargo poco de eso importa, al menos en los usos que habitualmente le damos, cuando hay un terremoto, un problema grave de salud o emocional y tantas cosas más. ¿No estaremos perdiendo un poco la noción de lo importante y lo accesorio? Lo pienso con la bronca de no poder conectarme hace varios días a Internet en forma normal...
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