martes, 20 de abril de 2010

Autoengaño

Es notable la capacidad del hombre para comprender y adaptarse al medio. Claro que para hacerlo debe "transformar" en ciertos aspectos ese medio para ser accesible y manejable por su psiquismo. Esa forma de dar significados y de transformar el medio puede llevarnos a ciertos excesos. En la necesidad de sostener una creencia podemos forzar la realidad para adaptarla a ella. "Cada cual ve lo que quiere ver", es una forma de decirlo. Autoengañarse es otra, que vale cuando el mecanismo es en alguna medida conciente. En este caso, el mecanismo ya es completamente inútil a largo plazo.
Asumir lo más aproximado a la verdad requiere una importante dosis de valentía y flexibilidad. La opción es continuar con el autoengaño, mientras dure. Salir de ese mecanismo puede abrir puertas impensadas que permitan nuevas adaptaciones y riquezas inexploradas. ¿Es tan difícil como parece?

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Sin dudas nos cuesta aceptar la realidad, sobre todo cuando todo nos muestra que nuestro accionar es equivocado y tenemos evidencia suficiente de ello. La humildad es una virtud que nos exige despojarnos del ego que tenemos y nos traiciona. Otro aspecto importante a tener en consideración es aceptar el error como un matíz de nuestra imperfecta existencia. Aceptar esta cuestión en un paso adelante en nuestro cotidiano vivir en pos de la Verdad.

Anónimo dijo...

Creo que la realidad es construída en gran medida por cada individuo o al menos la forma en que percibimos el mundo. El ser humano necesita ordenar y controlar en la medida de lo posible el mundo que lo rodea, y lo hace por medio de ese mecanismo, pero también existe un avance y crecimiento en la vida de cada uno, con lo cual ciertos esquemas van quedando insuficientes y lo que antes nos servía para manejarnos en la vida, es probable que deje de funcionar. Así, en este proceso del "ir dándose cuenta", se deja lugar, quiezás, al autoengaño, como un mecanismo e intento consciente de mantener la mirada, tal como lo veníamos haciendo. Acá la flexibilidad tiene un papel fundamental, porque es la que va a permitirnos ese cambio de esquema o de visión que necesitamos para volver a tener ese grado de control percibido que cada ser humano desea.

Shu.

Verónica Molina dijo...

Como bien dicen los comentarios anteriores, pareciera que a veces construimos imagenes a gusto y piacere de nuestro ego, y otras veces, simplemente nosotros cambiamos pero todavía nos quedamos con la foto de ayer. En cualquiera de los dos casos, estamos viendo realidades inexistentes.

Para mí, la forma más natural de "revalidar" lo que veo es ejercerlo en el mundo, en el afuera: estar presente en diferentes contextos, no aislarme en un paraíso inventado. De ese modo, si mis creencias son castillos de naipes, caerán solas, y si lo que pienso o creo necesita solamente un reajuste o actualización (lo parió, me salieron términos super contables, disculpen), entonces con poco esfuerzo la mente podrá adecuarse a la nueva realidad, a mi avance o retroceso, o a lo que fuere.

Porque son cosas que suceden más bien ante crecimientos desmedidos o crisis profundas, no? Ahí puede que se produzca un desfasaje grosero entre lo que uno ve y lo que realmente hay... pero es temporal, antes o después -probablemente antes, si estamos insertos "en el mundo"- el decorado caerá y veremos las cosas de otra manera, más cercana a la realidad.

Me parece que la solución pasa por no tapiar la mente, lanzarse al mundo y ver qué pasa con lo que pensás.

Anónimo dijo...

Somos propensos a ver la realidad a gusto, segùn creencias, pero en algùn momento la misma, cae por peso propio y ahì es cuando, reacomodamos la òptica, no sin tropiezos, pero generalmente con un crecimiento valioso.

Ana Marìa Paz

Anónimo dijo...

Coincido con los comentarios de todos, solo agrego que la verdad es para cada individuo diferente, y en el error esta el aprendizaje.
Hacemos lo que podemos.
Tere

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con el comentario que cada uno aportó, la visión particular y diferente de cada persona.
A mí me parece que no está tan mal sostener una creencia, por supuesto, siempre en forma consciente, ya que eso es un mecanismo de defensa que el ser humano posee, y sólo se está optando por el mal menor.
Eso sí como bien dice nuestro Doc hay que tener una dosis elevada de valentía para encauzarnos en la verdad y no perpetuarnos en el autoengaño.
Yo creo que en la vida todo se nos está permitido, mientras no perjudiquemos a los demás y no se cometan excesos.
Ana Maria M.

Anónimo dijo...

Ahi esta la clave Ana, a mi entender la verdad en lo que fuere esta en no hacer mal a nadie, ni cometer excesos, y yo agregaria hacerle bien al otro con nuestro proceder, sino la palabra verdad suena como algo esfimero ¿no?
Bueno, es una opinion.
Tere

Anónimo dijo...

Estimada Tere: La Verdad no puede ser diferente para vos o para mí. Diferente puede ser el camino para alcanzarla, puede tener matices; pero el "fin" del camino es Uno. Pensar nuestra vida como individualidad únicamente nos conduce al error de desconocer que somos seres para los demás, CONvivimos (las mayúsculas son a propósito).
De otra manera estaríamos reduciendo nuestra existencia a una categoría inferior, a seres animados pero no racionales (con todo lo que ello implica). No podemos reducir nuestra existencia al "territorio" que tenemos marcado. "Mi" vida no termina dónde empieza la del "otro" sino que mi vida es plena cuando descubro al otro, me brindo y ambos convivimos, haciendo nuestro ser, nuestras vidas más plenas...

Juan Manuel Bulacio dijo...

Queridos amigos, no puedo contestarles como deseo por estar en un congreso fuera de la ciudad, Al regreso espero poder hacerlo (desde el domingo). Les mando un beso/abrazo y gracias por mantener vivo el blog!

Anónimo dijo...

Estimado anonimo: creo que con palabras mas simples dije lo mismo que vos.
El no hacer daño al otro, y el hacer algo bueno por el otro es CONvivir.
Cometer excesos nos hace daño como individuos y tambien podemos hacerle mal a otros.
No se donde interpretanste que no involucro al projimo en mis comentarios.
Las verdades pueden ser diferentes tanto para unos como para otros.
Por ejemplo para los judios Jesus no es el mesias y para los catolicos si.
El fin es llegar a Dios (diras vos), si es verdad y los medios son diferentes es verdad, pero la verdad de los judios no es la del catolico.
¿sera un buen ejemplo?.
Bueno, es lo que pienso.
Tere