domingo, 25 de abril de 2010

Desidia y superación

Retomo el contacto luego de pasar unos días en Mar del Plata en un congreso de psiquiatría. Que en estos eventos predomine el encuentro y la posibilidad de intercambio grupal es comprensible y positivo, pero que esto sea casi el único interés de muchos participantes, particularmente profesionales jóvenes es un signo de nuestra decadencia cultural y educativa. En un congreso al que asisto cada año en España, por citar un ejemplo, el contraste es muy evidente. Durante el día se trabaja, y mucho, y a la noche se sale hasta muy tarde sin que esto afecte la presencia y seriedad con que se encara la jornada siguiente. Por supuesto, hay excepciones muy destacadas y ejemplares en nuestro congreso, pero dudo que tengan el premio merecido a sus esfuerzos. El deseo de superación y la voluntad para lograrlo no deberían subyugarse y ahogarse en la desidia colectiva. Todos podemos, aún con nuestras penurias y cansancios a cuestas, superarnos. No hacerlo, además de empobrecedor, es facilitar el negocio de quienes transforman los seres humanos en meros números de los que deben obtenerse réditos. Nuestra pequeña libertad alcanza para decidir entre estos caminos.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Me alegro que esté de vuelta Doc.
Me parece a mí o se aburrió bastante en el congreso????
Hay personas que son muy competitivas y no se permiten no sólo descansar, disfrutar, "perder el tiempo" sino también ven mal que el otro lo haga, son tan adictos al triunfo personal que no les está permitido un traspié o un pequeño "volver a empezar" y cuando ésto les sucede son los seres más infelices, amargados, e insoportables que existen. Yo tengo una persona conocida que es así, por eso es como si la estuviese describiendo.
La verdadera esencia de la vida no es sólo ir ganando títulos, siendo el primero en todo, lo bueno de la vida es poder reírse de uno mismo, triunfar en lo profesional, como no, pero también reunirse con amigos y reir hasta que duelan las mandíbulas, salir a dar un paseo aunque el pronósitico diga que va a llover... cada uno va a extender esta lista con todas las cosas lindas que tiene la vida.
Un abrazo y bienvenido al ruedo.
Ana Maria M.

Anónimo dijo...

Hola JM, bienvevido !
Una decepciòn grande este congreso, parece.
Asì està la sociedad en todo, pasarla y decir fui, pero en el fondo estàn ausentes, sin darse cuenta que es la vida que se va,
con la falta de empeño en lo que les fue dado hecer.
Pero hay camadas nuevas de emprendedores, en muchos rubros, que prometen.
Endeavor, es una muestra de ello, vean la web, por suerte, sè de muchos jòvenes que participan.

Cariños.

Ana Marìa Paz

Juan Manuel Bulacio dijo...

Efectivamente AMM, la intensidad en la vida y el sentido pueden vivirse en cada momento y de los más variados! Lo profesional, el estudio y lo aparentemente "formal" puede realzarse y disfrutarse mucho con un poco de decisión, aunque también se necesite el "hacer nada" y aprender a disfrutarlo es todo un dasafío! Un beso y gracias! JM

Juan Manuel Bulacio dijo...

Sólo una reflexión, AM. Lamentablemente ya se cómo son estos congresos. Pero creo que habría que combinar mejor las cosas, no todo es blanco o negro, diversión o aburrimiento, etc.
Me gustan los colores! Seguramente mucha gente joven los sabe vivir. Un beso grande.

Anónimo dijo...

Bienvenido JM a tu blog, te extrañábamos!
Creo que lo que él dice en este caso es cómo los jóvenes en plena formación no aprovechan estos momentos más intensos de Congresos para continuar formándose y lo usan para "no hacer nada", es verdad, qué decadencia!
Julieta

Verónica Molina dijo...

Qué triste lo que contás. Tristemente asombroso.

Cuando yo era más joven -ventipocos, treintipocos- ir a cursos afuera era una exigencia en todo sentido: académica y social. Tenía en claro que no era solamente estudiar y usar la sesera de 9 a 18 hs, también era esperable -y disfrutable- salir y relacionarse con la gente y con el lugar. Un socio del estudio decía: "intégrense, no quiero argentinos sentados al lado de argentinos". Ok, eso de "integrarnos" con los demás llevaba un buen tiempo extra. Pero hacíamos todo: estudiar, participar de los talleres o trabajos en equipo, salir todos juntos con gente de diferentes nacionalidades a cenar, a conocer lugares, a bailar (shit!), a lo que fuera.

Pero justamente cuando sos tan joven "te da el cuero" para todo, entonces, por qué no aprovecharlo? Hoy, honestamente, si me fuera a dormir tarde todos los días durante un congreso, al día siguiente no me podría despertar a las 7 para seguirle el tranco a una conferencia de lo que fuera, así que hoy no intento exigirme tanto.

Pero esa gente tan joven que comentás -qué paradójico- podrían tenerlo todo si quisieran.

El tema es querer, no? "Querer es poder".

PD: buenísmo que volviste a tu actividad bloggera, también! =)

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Es el sistema, "somos una sociedad zombie" (Pedro Poch).