Retomando, ya en confianza, la nota de ayer quiero hacer unos comentarios.
El ser humano tiene numerosas necesidades, que van desde las más básicos y ligados al instinto, como la supervivencia propia de la especie (alimentación y conductas sexuales) hasta las más complejos, entre los que se halla la ética y la estética. Cuando las necesidades básicas se satisfacen, puede la persona aspirar a necesidades superiores. La estética pasa por el arte y por las cosas simples de cada día, que también pueden ser bellas. La estética corporal es una parte de ello, por eso, el cuidado del cuerpo, los modales y las palabras son importantes. El problema es cuando aprovechando esa necesidad humana universal, se crean falsos modelos que la representen. Los medios de comunicación (o "in" como diría el gran humanista Quique Figueroa) suelen retrotraer al ser humano a sus instancias primitivas, al famoso "pan y circo" generando mediocridad y privando a la persona del vuelo que su naturaleza le permite a través de la verdadera ética y estética, caminos para una necesidad aún superior e insustituible, la espiritual. La que otorga sentido a nuestra vida y que puede expresarse en grandes objetivos, pero también a cada paso. Hasta mañana!
4 comentarios:
Decía Santo Tomás que lo bueno y lo bello son lo mismo........
Muy buen aporte, Gabriel, como siempre. Gracias!
Estoy leyendo tu blog (www.gzanotti.blogspot.com)
Es de alto vuelo...
Cuando hayan comentarios entremezclo el mío (mis palabras allí son un poco básicas). Abrazo de macho!
Alto vuelo? No!!!, salvo porque el autor está siempre en la luna.............. :-)))
Crocante entrada la de Juano, porque solemos tener cierto
preconcepto sobre la estética.
Como que belleza y espiritualidad fuesen espíritus contrapuestos, y [creo] nada mas lejos de la realidad.
Digolo desde mi rol de lego, no como un tomista consumado, tal el caso de Gabriel.
No en vano, el ser humano busca la belleza y la armonía: en las personas, en la música, en el paisaje, ande sea.
Genéticamente tendemos hacia el bien, y hacia la belleza.
Luego el medio nos va [de]formando, en un combate de largo aliento para atrofiar algunos [o todos los] sentidos, y principalmente la razón.
La belleza, es justa y necesaria, por ser una propiedad de las cosas que nos lleva a amarlas, infundiendo en nosotros un deleite espiritual.
Por eso decimos "la vida es bella".
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