domingo, 30 de agosto de 2009

Insatisfacción, amor y búsqueda

Comienza el día de descanso. Comparto una entrada en uno de los muy interesantes blog de Magah (en este caso en
magasinropas.blogspot.com/). Recomiendo aquí, además del relato, el comentario de "Delivery post-crucifixión.

"Tendemos a creernos únicos en nuestras experiencias, y lo somos en muchos sentidos, pero la naturaleza humana se expresa más allá de la unicidad. Somos seres insatisfechos. El tema es qué hacemos con ello. Aceptamos o no nuestras limitaciones? Buscamos en lo que cada día nos ofrece o nos aferramos a nuestras fantasías, comprándolas como posible?
Tenemos, ante todo, una enorme necesidad de ser amados y, a veces, confundimos ese deseo, con el verdadero amor. Bienvenida la búsqueda, sobre todo si sabemos que nunca alcanzaremos la Itaca de nuestros sueños, pero aún así podemos acercarnos a la felicidad, en lo actual, en lo nuevo y en lo perdurable. Beso/abrazo. JMB"

Hasta pronto. Beso/abrazo. JMB

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Desde que aprendì a aceptar, empezè a ser felìz.
Perseguìa todo, tozudamente, porque tenìa que lograrlo y no me resignaba a que no se diera, hasta que, un dìa hice un clic, delante del Santìsimo, que un Sacerdote de San Agustìn, puso ante a mi. Me saliò muy de adentro, decir Señor hàgase tu voluntad, tan fuerte fue, ese sentimiento de aceptar que hasta el dìa de hoy, que han pasado ya muchos años, lo recuerdo, el aceptar me dio la capacidad de ver la felicidad, que por momentos parece escondida, pero no !... es que nos està cuidando.

Ana Marìa Paz

Maga h dijo...

Hola Juan, una grata sorpresa al venir a leerte, como hago desde que encontré tu blog, y ver que recomendas Sin Ropa y particularmente el coment de Delivery, que por cierto son siempre muy interesantes y aportan.

En cuanto a tus palabras y a sabiendas de que somos seres insatisfechos, particularmente no me quedo llorando sobre la insatisfacción, sino que me pregunto "que hago con ella" y sigo en la busqueda.
Así parece entonces que es la insatisfacción el móvil para continuar, aquella famosa zanahoria a la cual nunca se alcanza.
Conocer esta limitación y aceptarla nos permite una busqueda sin desesperación y por lo tanto cada vez mas acertada en el camino al verdadero deseo.

Un abrazo grande y muchas gracias

MAGAH

Juan Manuel Bulacio dijo...

Así de paradojal como suena, creo que es el camino: aceptar la insatisfacción...

Anónimo dijo...

La insatisfacción, es lo que nos moviliza a seguir buscando aquello que creemos que nos va a llenar por completo, pero una vez que lo logramos, nos damos cuenta que queremos más y que nos queda mucho por lograr y por hacer. Menos mal que nos pasa esto, porque sino nuestra vida sería muy aburrida no?
Saludos.

Verónica Molina dijo...

La insatisfacción es parte de la búsqueda. Es tan esencial ser feliz todo el tiempo? Si llegáramos a Itaca, ese "llegar" duraría un instante. Pero los veinte años que le llevó a Ulises volver a ella tuvieron sus insatisfacciones, leemos, pero también su aprendizaje y su maravilla. Habrá que considerar la opción de disfrutarlo todo, la felicidad (cuando llega) y el camino hacia ella (cuando lo único que hay es el camino).

Anónimo dijo...

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El hombre que desarrolla en exceso su atención hacia el éxito material, mientras su cabeza y su corazón quedan cada vez más vacíos y anquilosados. Quizá gozan de un alto nivel de vida, poseen notables cualidades, y todo parece apuntar a que deberían sentirse muy dichosos; sin embargo, cuando se ahonda en sus verdaderos sentimientos, con frecuencia se descubre que se sienten profundamente insatisfechos. Y la primera paradoja es que ellos mismos muchas veces no saben explicar bien por qué motivo.

En algunos casos, esa insatisfacción proviene de una dinámica de consumo poco moderado. Llega un momento en que comprueban que el afán por poseer y disfrutar cada día de más cosas sólo se aplaca fugazmente con su logro, y ven cómo de inmediato se presentan nuevas insatisfacciones ante tantas otras cosas que aún no se poseen. Es una especie de tiranía (que ciertas modas y usos sociales facilitan que uno mismo se imponga), y hace falta una buena dosis de sabiduría de la vida para no caer en esa trampa (o para salir de ella), y evitarse así mucho sufrimiento inútil.En otras personas, la insatisfacción proviene de la mezquindad de su corazón. Aunque a veces les cueste reconocerlo, se sienten avergonzadas de la vida que llevan, y si profundizan un poco en su interior, descubren muchas cosas que les hacen sentirse a disgusto consigo mismas (y eso les lleva con frecuencia a maltratar a los demás, por aquello de que quien la tiene tomada consigo mismo, la acaba tomando con los demás). En cambio, quien ha sabido seguir un camino de honradez y de verdad, desoyendo las mil justificaciones que siempre parecen encubrir cualquier claudicación ("lo hace todo el mundo", "se trata sólo de una pequeña concesión excepcional", "no hago daño a nadie", etc.), quien logra mantener la rectitud y rechazar esas justificaciones, se sentirá habitualmente satisfecho, porque no hay nada más ingrato que convivir con uno mismo cuando se es un ser mezquino.Otras veces, la insatisfacción se debe a algún sentimiento de inferioridad. Otras, tiene su origen en la incapacidad para lograr dominarse a uno mismo, como sucede a esas personas que son arrolladas por sus propios impulsos de cólera o agresividad, por la inmoderación en la comida o la bebida, etc., y después, una vez recobrado el control, se asombran, se arrepienten y sienten un profundo rechazo de sí mismas.También las manías son una fuente de sentimientos de insatisfacción. Si se deja que arraiguen, pueden llegar a convertirse en auténticas fijaciones que dificultan llevar una vida psicológicamente sana. Además, si no se es capaz de afrontarlas y superarlas, con el tiempo tienden a extenderse y multiplicarse.

Algo parecido podría decirse de las personas que viven dominadas por sentimientos relacionados con la soledad, de los que suele costar bastante salir, unas veces por una actitud orgullosa (que les impide afrontar el aislamiento que padecen y se resisten a aceptar que estén realmente solas), otras porque no saben adónde acudir para ampliar su entorno de amistades, y otras porque les falta talento para relacionarse.

Incluso personas con una intensa vida social también pueden sentirse a veces muy solas e insatisfechas: quizá porque su exuberante actividad puede ser superficial y encubrir una soledad mal resuelta; o porque sus contactos y relaciones pueden estar mantenidos casi exclusivamente por interés; o porque son personas de fama o de éxito, y perciben ese trato social como poco personal, o como adulación; etc. Y también puede suceder lo contrario, y una soledad puede ser sólo aparente: hay personas que creen importar poco a los demás, y un buen día sufren algo más extraordinario y se sorprenden de la cantidad de personas que les ofrecen su ayuda (la satisfacción que sienten entonces da una idea de la importancia de estar cerca de quien pasa por un momento de mayor dificultad).

En cualquier caso, saber de dónde provienen los sentimientos de insatisfacción es decisivo para abordarlos con acierto y así gobernar con eficacia la propia vida afectiva