viernes, 7 de mayo de 2010

Basta de "autoestima"!

¿Es que acaso es malo o negativo quererse? Terapeutas, psicólogos populares, artistas, libros de autoayuda y prácticamente todos lo recomiendan: ¡Hay que subir la autoestima! Sin entrar en detalles acerca de lo adecuado o no de esta "afirmación universal", muy útil para dar consejos y seminarios, el problema es cuando se pasa de la autoestima elevada a la autovaloración distorsionada. Lo bueno pasa en ese caso a ser una posición no realista que sólo trae dificultades y frustraciones apenas superado el momento de éxtasis por la exposición concreta. Es posible tener una adecuada autoestima y a la hora de valorar las cualidades específicas ser realista y desde allí buscar los mejores caminos para la realización personal, pero un inadecuado e impreciso estímulo de la autoestima es un acto negligente cuando afecta la autovalorización y lleva a caminos improductivos o imposibles. Por eso, y en ese sentido, ¡Basta de "autoestima".

6 comentarios:

Verónica Molina dijo...

Hola a tutti cuanti! Aún en tierras cariocas, me sacudo la arena para teclear un comentario en el primer post de nuestro noble Doc que me encontré en su blog. ;-)

Ay, Doc querido, qué genial sería poder saber cuál es la dosis adecuada de "autoestima" disponible para todos nosotros, esa cuota o número imaginario pero que es realista también: con los pies en la tierra pero los ojos en el horizonte, sin perder de vista nuestro objetivo -posible, asequible, adecuado-. Pecar de imprecisos, para arriba o para abajo, trae múltiples frustraciones... y sin embargo, es un error tan humano!

Me hiciste acordar, yo tenía un profesor que decía: "la participación en clase está sobrevalorada en nuestros días: ustedes no tienen que tener opinión formada sobre todo, y menos sin leer ni capacitarse sobre la materia, así que desde ya les digo que no, no me interesa todo lo que tengan para decir sobre cada punto del programa, excepto que lo puedan fundamentar habiéndose quemado las pestañas un par de noches antes."

En fin, el pobre hombre tenía sus principios: el respeto excesivo por la soberana idiotez individual es un mal de nuestro tiempo que él no estaba dispuesto a aceptar en su cátedra... aunque le jodiera a la autoestima del alumno que fuera.

Aprender a valorar hasta dónde nos da el piné en cada caso es muy difícil, pero es de lo más honesto que podemos hacer por nosotros mismos, estoy de acuerdo, Doc. Y, sobre todo, creo en que los libros de autoayuda, a veces, son un viaje de ida en este tema.

Cariños a todos.

Verito.

Anónimo dijo...

Sin embargo yo veo mucha desvalorizacion personal mas que gente sobreestimada.
En los chicos sobre todo, ahora pululan los problemas por autoestima baja.
Por lo menos en el circulo en el que me muevo es mas comun no valorarse que hacerlo y por demas.
La vanidad existe en diferentes grados en cada ser humano, la gente que tiene mucha de ella es la gente mas insegura, desde mi punto de vista.
Dime de que alardeas y te dire de que careces !!
Tere

Anónimo dijo...

La autoestima, no viene incorporada a nosostros al nacer, es un aprendisaje, que comienza en la casa, la familia, luego en el colegio, depende de los maestros o profesores. Si se magnifica, la persona generalmente
toma actitudes molestas hacia el otro,e inconvenientes para si; se convierte en eso que JM dice autovaloraciòn distorsionada.
Como todo en la vida requiere del equilirio emocional y cultural de la persona, eso hace que tenga los pies en la tierra, para no caer en excesos de baja estima o de desmura en la propia autovalorizaciòn.

Ana Marìa Paz

Juan Manuel Bulacio dijo...

Un poco tarde por fallas en mi conección a Internet comento un par de cosas.
Bienvenida Vero, te extrañábamos por acá! Es verdad que resulta muy dif{icil calibrar bien la autoestima, la valoración y demás. Por eso, debemos reflexionar un poco y seguir adelante sin obsesionarnos. Muy bueno lo de tu profesor. Salirse un poco de los caminos comunes ayuda a pensar!
Tere, seguramente hay excesos de soberbia y baja autoestima diseminados por aquí y por allá. Lo que no me parece adecuado es sobrecargar la autoestima como eje de todos los problemas. Porque alimentarla en exceso trae otros problemas y no menores. Por otro lado la frase que citás es incuestionable.
Ana María, con tu natural practicidad llegás a una excelente síntesis donde el equilibrio y el sentidom común ocupan un lugar primordial.
Gracias a las tres! Beso grande.

Quique Figueroa dijo...

La autoestima, es el afecto/aprecio por uno mismo.
Sin necesidad de ir a los extremos, poco representativos por cierto.
Quizá el desafío, sea eliminar esa cuota culpógena que habita en nuestra sociedad, que nos lleva a subrayar desaciertos propios y de terceros.
Sólo mirando la vida con una intensa cuota de optimismo y humor, podremos transitarla con alegría, y mejorar nuestro índice de aciertos y minimizar los errores.

Juan Manuel Bulacio dijo...

Autoestima.
Autovaloración.
Dos conceptos diferentes. Uno muy conocido y a menudo abusado. El otro casi ignorado.
Ya hablaremos de la autoeficacia.
Beso/abrazo. JM