domingo, 2 de mayo de 2010
Río y parasimpàtico
Miro el Río desde el primer piso de la confitería de la Costanera donde estoy trabajando y disfrutando de esta mañana de domingo. Increíblemente vasto y con bellos reflejos y ondulaciones, me muestra a la vez la enorme potencia de la naturaleza y su serenidad. Y pienso que esa en una excelente combinación para tratar de adquirir en mi vida. Hoy lo estoy haciendo. Y quiero invitarlos, queridos amigos,a intentarlo también superando falsas dicotomías entre trabajo y bienestar, actividad y descanso, domingos y lunes, contracción y relajación y las que se les ocurra. No olviemos que el simpático y el parasimpático actúan en forma coordinada y se equilibran mutuamente. Como este post que va del Río al parasimpático...
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9 comentarios:
Me pone realmente feliz que hayas podido lograr esa combinación!!!.
Un beso!!! Ceci
Mm, Ceci, no creo haberla logrado! Sólo intento y hoy logré trabajar bien en esa onda. Ojalá me dure! Un beso. JM
Reir siempre es simpático, no veo por qué es "para"...
"Para" reír hace falta ser simpático...
Me parece que para lograr ese equilibrio hay que estar realmente convencido de querer lograrlo.
Saludos.
Julieta
Coincido con Julieta, tambien hay que proponerselo, muchas veces cuesta !!!
Tere
Y... nosotros tenemos similitudes con el Río, somos revoltosos y avasallantes y luego nos invade una quietud y serenidad, o a veces, somos incontrolables y otras muy contenedores.
Aparte también están los que siempre andan a la pesca, los que son eternos pescados, los que a río revuelto sacan ganancias, etc., jajaja-
A mí particularmente me encanta toda la naturaleza y me da mucha paz mirar el río, el mar, como así también una montaña, poder escuchar el silencio, y admirarla en todas sus manifestaciones, y si uno puede combinar todo ese placer con el trabajo mejor aun.
Me alegro que haya podido (aunque sea un poco)disfrutar ese momento y haya motivado al parasimpático.
Un abrazo
Ana Maria M.
Gracias Julieta, Tere y AMM! Aunque cueste un poco, no es posible hacer nada sin empezar por el propósito real de hacerlo. Luego se irán encontrando los caminos...
Ah, el agua, el río, que a veces aquieta la mente y otras veces permite esas suaves ondulaciones. La búsqueda del equilibrio, la combinación entre varios "supuestos opuestos": hay que llegar allá, yo también ando en la búsqueda de ese estado que sólo de a ratos se deja encontrar. Lindo post, este del río. =)
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