miércoles, 28 de octubre de 2009

Espontaneidad, Verónica Molina, sueños y decisiones

Una vez más encuentro en un blog amigo, palabras que expresan vivencias. Por eso me permito recomendarlas, con las disculpas del caso de la autora, Verónica Molina. El título de su último posteo, "Viendo sobre la marcha" ya expresa mucho, pero la nota es corta y clara y pueden leerla en veronicamolina.com Se trata del valor de la espontaneidad y utiliza la metáfora del Correcaminos y El Coyete. Allí escribí unas líneas que me gustaría compartir con ustedes:

"Tan de acuerdo estoy con el fondo del posteo que les cuento mi experiencia personal en el tema. Como soy médico, docente y tengo muchos intereses estoy más ocupado que lo que desearía. No me quejo, muchas cosas buenas obtengo de ello, pero necesito bastante planificación en mi agenda, créanme. Por eso, a veces fantaseo con cómo sería un día ideal o un tiempo ideal con todo el tiempo disponible. Al hacerlo, inevitablemente termino agendando tiempo para estudiar cosas pendientes, para leer, escuchar música, entrenar, escribir, volver a mi programa de radio, ver películas, ir al teatro, hacer cursos, dedicarle más tiempo a la Fundación, etc.
Antes de terminar mi sueño me encuentro con que tengo el mismo problema que hoy, ¡me falta tiempo para mi familia, mis amigos y para hacer nada, entre otros! Este mismo problema pasa con mucha gente al fantasear cómo sería su vida ideal (es decir, terminan teniendo, luego de llevar la fantasía hasta el final, los mismos problemas que en la actualidad). Hasta una pequeña novela escribí alrededor de este tema (”Soledades en Venta” por si a algún trasnochado le interesa).
En definitiva, creo que esas cosas que deseo, las disfruto mucho cuando las obtengo, espontáneamente en general, casi robándoselas a mi rutina. Planificarlas en cierto grado ayuda, pero transformar en obligaciones y exigencias lo que son elecciones es casi un contrasentido. Por eso, me parece bueno pensar la propia vida y dejar el margen necesario para disfrutarla bien, en cada cosa que hacemos, en las que no hacemos y en nuestros sueños. Hoy me siento un poco cansado, pero al pasar entré en el blog y terminé disfrutando de la creatividad y claridad de Verónica en este posteo y escribiendo, por el puro gusto de hacerlo. JMB

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No lei el posteo de Veronica pero con tu experiencia lo graficas muy bien y, si bien mi eleccion es distinta a la tuya, me siento muy identificada. La falta de tiempo hace que estemos llenos de sueños que cuando llegan se disfrutan de una manera especial, a veces no se difruta depende de cada persona.
Si te sirve, yo aprendi a hacerme tiempo para el oseo, que es estar conmigo misma, y no estamos acostumbrados, nunca paramos, pero aprendi a lo largo de mi vida que es muy necesario ese stop y simplemente no hacer nada.
Es un ejercicio que recomiendo.
Estar con uno mismo es muy importante, de ahi partimos para estar bien con todo lo demas.
La Filosofia Oriental es muy buena con respecto a estas enseñanzas.
Un beso
Tere T.de Villar

JuanCa dijo...

Suscribo, viejo. Me pasa lo mismo, che.